Si no fuera patético sería cómico lo que se vivió el pasado sábado en la reunión de apoyo a las aspiraciones de la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum.
El encuentro convocado por su particular, Esthela Damián Peralta acabó en agresiones de personajes poblanos de Morena contra legisladores que acudieron al numerito.
¿El motivo?
Pues no fue otro más que denunciar, acosar y denigrar a diputados morenistas que aprobaron el incremento a las tarifas de agua en Puebla.
Lanzaron consignas contra lo avalado en el Congreso del Estado de Puebla, porque –sostuvieron- iba en detrimento de lo que representa la Cuarta Transformación.
¿Peeeeeerdón?
¿Ya se les olvidó que el gobierno de la ciudad de México y su propia legislatura local avalaron también para 2022, este año, un incremento superior a lo aprobado en Puebla?
En la capital del país el alza generalizada fue actualizado a la inflación del 8 por ciento y su aplicación fue pareja. No como en Puebla que fue diferenciada entre 4 y 7.6 por ciento.
Incluso, en la Ciudad de México hubo quejas porque en algunos sectores de alto consumo se retiró el subsidio otorgado por Sacmex hasta llegar al 35 por ciento.
¿A poco no lo sabían?
Los morenistas que hoy pretenden expulsar del partido a los legisladores locales por el alza diferenciada en Puebla, deberían de empezar por su candidata Sheinbaum y diputados, pues no sólo también hubo incremento en las tarifas del líquido, sino superiores a las de Puebla.
La izquierda siendo izquierda. Caníbales, cuyo comportamiento en el encuentro no tenía otro propósito más que excluir a unos para quedarse con la cartera de operadores.
Mal le irá a Claudia en Puebla si cae en el juego de los barbofóbicos.