Sorprendidos en su ingenuidad

De mediocre hay que ubicar la respuesta de los partidos PAN, PRD y PRI ante los destapes en Morena para cargos públicos en 2024.

Los agarraron como al Tigre de Santa Julia, pues recurrieron al librito de criticar, denunciar y callar, respectivamente.

Carecen de fichas, proyecto alternativo y, sobre todo, línea discursiva, para ofrecer al electorado en dos años.

El PAN censuró los destapes y, por la vía de su diputada local, Mónica Rodríguez dejó en claro que no se hablarán de perfiles en estos tiempos. Quizá lo hagan en el 2025.

En el PRD, una de las expresiones fue a la facilita de denunciar actos anticipados de campaña, en donde no existe antecedente reciente que esa estrategia haya funcionado. Por el contrario, sólo han servido para promover más la imagen de los señalados.

Y en el PRI calló. Sigue hundido en el descrédito por las acusaciones de corrupción contra su dirigente nacional Alejandro Moreno, cuyas heces salpican ya a ciertos personajes poblanos.

De mal en peor esa oposición que con bravuconerías pretende competir por el poder en Puebla y el país.

Los destapes morenistas vinieron a exhibir a externos e internos, sobre todo los segundos quienes ya se sentían cabalgando en hacienda de impresentables.

Por lo demás, la contienda tomó otro rumbo que ni la oposición, e incluso en Morena se esperaban.

En política no hay sorpresas, sólo sorprendidos en su ingenuidad.