Cobrados ya los intereses de la concesión de agua, Hank se va
La concesión del servicio de agua en Puebla se ahoga en la inviabilidad financiera para la empresa encargada de su prestación.
Nada tienen que ver los gobiernos de la 4T que tanto han señalado los excesos cometidos en su concesión, ni tampoco las quejas de usuarios por el mal y caro servicio.
No es rentable, es lo que es escucha en Agua de Puebla, empresa propiedad de Carlos Hank Rhon.
El punto es que el empresario ya hizo el negocio de su vida, a través de la firma que apalancó la deuda de Agua de Puebla. En otras palabras, ya cobró los jugosos intereses que al final es lo que busca todo banco.
Once días después de “ganar” la licitación- los beneficiarios crearon una empresa: Concesiones Integrales, asociada a EPCOR y TICSA, para el cobro del servicio.
Pero ante la falta de solvencia para pagar los 415 millones de dólares que costó la concesión a 30 años, se recurrió al financiamiento, vía un Fideicomiso del grupo Hermes, ligado a Banorte, entidad que terminó por asumir el control del agua.
En otras palabras, la empresa que ganó la licitación, no fue la que operó ni la que al final se quedó con el millonario negocio.
Es decir, el entonces gobernador Rafael Moreno Valle le entregó la concesión a la familia Gutiérrez Cortina, quien a su vez terminó por dejársela a Carlos Hank Rhon, personaje muy cercano a la familia morenovallista.
En realidad, el Soapap fue saneado antes de su concesión, pues tenía activos totales por
9 mil 140 millones 222 mil 103 pesos con 83 centavos. La deuda del organismo había bajado 70 por ciento y la recaudación repuntaba anualmente 36 por ciento.
El control del agua potable en Puebla, la tiene Hank Rohn, sin pagar nada, sólo ser el financiero del proyecto, a quien le cubren sus jugosas mensualidades en intereses. Eso ya está finiquitado con saldo a favor para la familia Atlacomulco.
Desde la concesión a particulares, el Soapap quedó como oficina para garantizar que se cumplieran los acuerdos de inversión en infraestructura y ha usufructuado 700 millones de pesos anuales, sin que se reflejen en mejoras.
Así que ahora que Agua de Puebla prepara una propuesta para devolver la concesión, Hank ya hizo otro jugoso negocio.