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Es lamentable, pero en México persiste presión social para que mujeres sean mamá, pese a que la tasa de fecundidad en México pasó de 6.9 hijos por mujer registrado en la década de los años 60 del siglo pasado a 1.9 hijos en el año 2020, además de que aún existe presión social sobre ellas para que sean madres.

En algunos sectores prevalece la idea de que es una obligación más que una elección y se ejercen discursos violentos sobre quienes postergan o deciden no ser madres.

Lo anterior fue señalado por las académicas de la UNAM, Tania Meléndez Elizalde, de la Facultad de Estudios Superiores (FES) Aragón y coordinadora del Seminario Interinstitucional de Familia y Diversidad y Alejandra Collado Campos, especialista en Estudios de la Mujer y jefa de Medios de Comunicación del Centro de Investigaciones y Estudios de Género (CIEG).

Con motivo de la celebración del Día de las Madres, Tania explicó que los censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) muestran que en 1980 la tasa de fecundidad fue de 4.8 hijos por mujer, en el año 2000 disminuyó a 2.6 y en 2020 a sólo 1.9 hijos por mujer.

El escenario varía por entidad, en la CDMX la tasa es de 1.2 hijos por mujer pero en Chiapas es de 2.7 y en Guerrero baja aún más, a 2.3 hijos por mujer. En estas cifras, influyen los factores culturales, el nivel de escolaridad y la profesionalización.

Alejandra indicó que los estados con menor tasa de fecundidad son la Ciudad de México, Baja California Sur y Baja California Norte. Este decremento en el número de hijos se mantendrá, pues se prevé que para 2050 será en promedio de 1.7 hijos por mujer.

De acuerdo a Tania, se trata de una tendencia general en la sociedad occidental, donde las causas son múltiples, como los movimientos feministas que promueven otro papel de la mujer en la sociedad, así como el uso de métodos anticonceptivos y la mayor escolaridad de la población.

Es tajante al señalar que en la medida en que las mujeres tienen más acceso al conocimiento y adquieren mayores grados escolares mayores, postergan la vida reproductiva y en muchos casos, deciden no tener hijos.

Alejandra detalló que las mujeres con mayor nivel académico no tienen hijos o son pocos y piensan tenerlos más tarde. Las mujeres que solo terminan la primaria tienen más de dos hijos o son madres más jóvenes, lo que las obliga a dejar de estudiar.

Además, la caída de la tasa de natalidad se relaciona con las políticas del Estado para disminuirla a partir de la década de los 70 cuando se implementaron medidas para reducir la tasa de natalidad.

El Consejo Nacional de Población en el Gobierno del Presidente Luis Echeverría implementó el slogan La Familia Pequeña Vive Mejor.

El asunto de la maternidad inició con los altos índices de violencia en su contra y el estancamiento en temas de paridad de género. Poco a poco se han dinamitado ideas como considerar que las mujeres nacieron para ser madres y se impulsa que la maternidad debe ser una elección.

Las viejas ideas del instinto maternal o que no hay nada más hermoso que ser mamá y que si no se tienen hijos, estás incompleta, están en proceso de desuso. Los médicos y los religiosos ya no influyen tanto en la mujer.

Poco a poco quedan atrás aquellas ideas de la quedada, la solterona, la amargada, la enojona o la que nadie quiso. Ahora la mujer se desarrolla con plenitud. La maternidad será deseada o no será, es por decisión, no por imposición o por presión. Ya no es una obligación hacerlo, afirman.

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leticia_montagner@hotmail.com