En el pleito de Claudia Sheinbaum y Sandra Cuevas, jefa de gobierno de la Ciudad de México y alcaldesa de la Cuauhtémoc respectivamente, me pregunto quién está perdiendo más. En un enfrentamiento que ya adquirió niveles de verduleras o de rudas de lucha libre y poco o nada de gobernantes.

A partir del “hallazgo” de propaganda en contra de Claudia Sheinbaum en la Dirección de Desarrollo y Bienestar de la alcaldía, el intercambio de señalamientos, incluyendo —pero no limitado a— avisos de partida de progenitora, demuestran el nulo nivel de compromiso de ambas líderes con la población que dicen representar, ya no se diga gobernar.

Por demás está decir que a partir del 2021, cuando Sandra Cuevas dejó la 4T y se cambió “a la oposición” (sí, que no se nos olvide, ¡hace apenas dos años ella formaba parte del Movimiento!), los desencuentros entre ella y el gobierno de la Ciudad de México no han parado.

El efecto Sandra Cuevas

Enfundada en trajes de diseñador, aventando dinero (literal), el estilo Layda Sansores (esta expriista, hoy cuatroteísta), con un léxico digno de un arrabal —y no de haber estudiado en “10 países”—, Sandra Cuevas ha logrado la hazaña de que ni sus antiguos colegas, pero tampoco sus nuevos correligionarios de la oposición, estén de acuerdo con sus procederes.

Los sabuesos de la contraloría citadina

Haciendo caso a una denuncia ciudadana, pero fuera de toda norma, el contralor de la capital se presentó en la alcaldía Cuauhtémoc para encontrar —¡oh sorpresa!— 13 envoltorios llenos de volantes narrando situaciones que se han vivido en la Ciudad de México.

Llegaron más rápido aún 100 granaderos —que no existen, pero así visten, se mueven y calzan— a tomar la dirección de la alcaldía que de lo que han llegado a las tragedias en el Metro o para detener cualquiera de los delitos que suceden diariamente en la capital.

Al encontrar dichos folletos —”terrible y preocupante” amenaza— el gobierno de la 4T acusó de guerra sucia al PAN. El ya mencionado contralor Juan José Serrano avisó que hay evidencias suficientes para que la Fiscalía General de Justicia pueda presentar cargos contra la alcaldía por supuestos desvíos de recursos. ¡Caray! Ojalá se tuviera esa audaz y expedita actitud ante los verdaderos delitos que azotan a la población de la CDMX. Pero, en fin, ya se sabe que en la capital las verdaderas amenazas son las aspas de una lavadora, una lata de vacía de cerveza y, ahora, unos folletos…

La respuesta

Luego, los trabajadores de la Cuauhtémoc denunciaron al contralor ante la Fiscalía de Ciudad de México (ya sabemos que Ernestina Godoy no hará nada) y recordaron al respetable — dato curioso— que él fue el abogado defensor de las víctimas del Rébsamen, la escuela que se cayó en el terremoto de 2017, señalando la corrupción que había en la alcaldía Tlalpan cuando Claudia “gobernaba”.

Sheinbaum clamó: “Este tipo de campañas nos hacen más fuertes”, Cuevas denunció secuestro del personal y señaló al contralor, además de aducir que ella no sabía de los volantes en contra de Sheinbaum (pero que en todo caso solo hacen un pequeño recuento de la verdad de lo que ha sido el gobierno de esta), y preguntó a los trabajadores a quién le iban a romper su progenitora…

Al mismo tiempo, en el área de Morena en la Cámara de Diputados se encontraron cientos de ejemplares del diario “Regeneración” y folletos (con más hojas que los hallados en la demarcación Cuauhtémoc) a favor de la 4T y en contra de la oposición. Bien bonito.

Eso sí, ahí no se presentó ni el contralor ni los granaderos ni nadie.

Al 2024

Hasta ahora, este nuevo escándalo supongo no ha bajado mucho los números de Claudia Sheinbaum en las encuestas. Falta medir si con esta publicidad la gente voltea a ver a Sandra Cuevas como posible candidata para la Ciudad de México. ¡Ojalá no!

Ambas gobernantes envueltas en una guerra de lodo (o folletos y granaderos), ocupadas en señalar los errores de la otra. Terrible: los que salen perdiendo son los habitantes de la capital de la república.

No sé quien gane de entre Sheinbaum y Cuevas. Lo que sí está claro es que quienes pierden son los habitantes de la Ciudad de los Palacios.

Columna de Verónica Malo en SDP Noticias

Foto: Especial

cdch/clh