La omisión de la paridad de género en las próximas elecciones. Tehuacán

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Se avecina la contienda electoral de 2018 la cual será sin duda una de las más intensas del país, muchos aspirantes ya están moviendo sus piezas para que su partido político (o cúpula)  los designe como candidatos a cualquier cargo de elección popular. En el caso de la ciudad de Tehuacán los aspirantes andan promocionando su figura adelantando su pre campaña, sin embargo la mayoría de estos aspirantes (masculinos) están omitiendo dentro de sus estrategias que la paridad de género será evidente como un mecanismo de participación política para las mujeres. ¿Sabrán estos aspirantes?

Ahora bien, aunque hay perfiles interesantes de mujeres políticas en la cuidad no se ha visto en los medios de comunicación un trabajo de campo. ¿Serán pluris?, lo cierto es que se acomodan las piezas y a la hora de la designación habrá muchas sorpresas. Esperando que las mujeres en Tehuacán tomen un fuerte liderazgo para cambiar el paradigma de la representación política.

En colaboración con el Lic. Fernando Sánchez Otáñez se expone lo siguiente:

La participación política de las mujeres en México ha transitado por un importante reconocimiento institucional y mejor aún por un reconocimiento Constitucional. Cabe señalar que fue en 1996 cuando se incluye la cuota de género en la legislación electoral, lo cual es considerado como un antecedente importante más no un logro final al carecer de obligatoriedad por parte de los partidos políticos. No fue hasta la reforma político electoral de 2014 cuando los partidos políticos adquieren la obligación constitucional de integrar sus listas de candidatos con el 50% hombres y 50% mujeres.

Sin embargo, hoy en día, en una sociedad con altos índices “machistas” existe la disyuntiva entre fortalecer la participación política de las mujeres a través de una imposición en el entendido de hacer de un precepto constitucional una costumbre político-social, lo cual puede considerarse por algunos como un agravio en sí mismo al favorecer al sexo femenino por el simple hecho de serlo y con esto obstaculizar un verdadero desarrollo de la capacidad innata de las mujeres en el ámbito político y por el otro lado la idea de apertura hacia los espacios políticos a cualquier ciudadano, independientemente de su género, que goce de las capacidades suficientes que requiere tan decisiva tarea en nuestro país. Por parte nuestra consideramos favorables los esfuerzos realizados hasta el momento a favor de la paridad de género, esperando que se vean materializados de manera real en los próximos procesos electorales y que los partidos políticos, dirigidos en su mayoría por hombres, permeen el esfuerzo de los liderazgos femeniles que los integran, lo cual constituye una brecha todavía muy amplia.

Hasta ahora todo parece indicar que los partidos políticos postularán como candidatos a los más altos puestos públicos a liderazgos varoniles. Por otro lado, vemos con gran optimismo el esfuerzo que realizan al menos dos mujeres, Margarita Zavala y María de Jesús Patricio (Marychuy), para lograr consolidar sus candidaturas por la vía independiente a la Presidencia de la República.