La Villa desquicia Atlixco: en redes piden ponerle fin

.

Como nunca antes, la Villa Iluminada está causando molestia a los atlixquenses por el caos vial que provoca el cierre de calles en el centro de la ciudad y el bulevar Ferrocarriles.

En su segundo fin de semana de actividades el turismo desbordó la ciudad provocando embotellamientos en ambos sentidos de la caseta de la vía Atlixcáyotl y una fila de vehículos con una longitud de más de 5 kilómetros de largo.

En calles de Atlixco el viacrucis comenzó por el cierre del bulevar Rafael Moreno Valle que está siendo reencarpetado con concreto hidráulico, por lo que todo el flujo vehicular procedente de la ciudad de Puebla fue desviado hacia el corredor gastronómico formando de nueva cuenta inmensas filas de autos para cruzar el primer semáforo.

Entre mentadas de madre a los agentes de vialidad por el cierre de calles y avenidas, cientos de atlixquenses tardaron hasta 2 horas para llegar a sus hogares en las colonias populares de la ciudad. Las redes sociales fueron la válvula de escape para los afectados que reportaron embotellamientos desde los cuatro puntos cardinales: en la zona de los viveros y la calle 20 Poniente el caos comenzó desde tempranas horas del día domingo por la falta de estacionamientos y la imprudencia de los visitantes a quienes no les importó hacer doble fila para lograr sus compras sin bajar de sus vehículos.

Usuarios del transporte público urbano prefirieron bajar de las unidades para realizar los recorridos a pie ya que la 10 Poniente, la avenida Libertad y la 3 Norte se convirtieron prácticamente en un estacionamiento al igual que la avenida Manuel Ávila Camacho. Quienes por razones de trabajo hacen uso del transporte foráneo para ir a Puebla tardaron hasta 3 horas para llegar a su destino, pues los embotellamientos en la colonia Revolución fueron dignos de una pesadilla.

Para el ayuntamiento los 40 días de sufrimiento están bien justificados por el beneficio económico que representa el turismo para los negocios establecidos en la ciudad, aunque el atlixquense promedio comienza a preguntarse si realmente vale la pena continuar con la Villa Iluminada si los más beneficiados son los restaurantes y los hoteles. En este sentido también en redes sociales circula la molestia de los pequeños comerciantes que para vender sus productos en las calles que conforman la villa debieron pagar permisos que oscilan entre los 8 mil y los 12 mil pesos.

Para los habitantes de las colonias populares los 40 días no representan ningún beneficio económico, al contrario, constituyen días de caos en el que se pierde la tranquilidad que debería ser el sello de las fiestas de fin de año, más aún en una ciudad que se considera Pueblo Mágico. Frases como “Negocio de pocos y factura de todos” van ganando terreno entre los usuarios del ciberespacio que piden ponerle fin a una actividad que el ayuntamiento intenta imponer en el imaginario colectivo como una tradición que debe preservarse pese a las grandes molestias que provoca.