El consumo de alcohol provoca dormir mal
Un par de copas de vino o algunos tragos por la noche quizás harán que se duerma más rápido de
lo normal, pero incluso si llega de golpe al país de los sueños, es probable que el exceso de alcohol
signifique una noche de sueño irregular, porque interrumpe lo que se conoce como la arquitectura
del sueño, las fases normales del más profundo y ligero por las que se pasa cada noche.
Una noche de bebida puede fragmentar o interrumpir estos patrones, dicen los expertos al diario
The New York Times y es posible que se despierte varias veces en las etapas habituales del sueño.
Eso se produce en la segunda mitad de la noche, aseguró Jennifer Martin, psicóloga y profesora de
Medicina en la Universidad de California en Los Ángeles, ya que el alcohol es inicialmente un
sedante, pero a medida que se metaboliza, es muy activador.
Esto es lo que pasa: En la primera mitad de la noche, cuando los niveles altos de alcohol aún
circulan por el torrente sanguíneo, es probable que duerma profundamente y sin soñar ya que en
el cerebro, el alcohol actúa sobre el ácido gamma-aminobutírico, Gaba, por su sigla en inglés, que
es un neurotransmisor que inhibe los impulsos entre las células nerviosas y tiene un efecto
calmante.
Más tarde en la noche, a medida que bajan los niveles de alcohol, el cerebro se acelera. El cuerpo
puede dar vueltas a medida que experimenta una agitación, precisó Nisha Aurora, integrante de la
Junta Directiva de la Academia Estadounidense de Medicina del Sueño.
Probablemente también tendrá sueños más vívidos o estresantes y como el sueño irregular
significa que se despierta con más frecuencia, es más probable que los recuerde.
El alcohol también es un diurético, una sustancia que aumenta la producción de orina, lo que
significa que se despierte para ir al baño, aseguró Bhanu Prakash Kolla, Médico y Profesor de
Psiquiatría y Consultor del Centro de Medicina del Sueño de la Clínica Mayo en Rochester,
Minnesota.
Las cantidades moderadas de alcohol, especialmente en vino y licores, tienen un efecto diurético
temprano, sobre todo en los ancianos, agregó Prakash. Las personas también pueden roncar más
después de beber porque el alcohol es un relajante muscular y actúa sobre las vías respiratorias
superiores, interrumpiendo el proceso habitual de respiración.
Beber puede ser peligroso para las personas con apnea del sueño, que se despiertan muchas veces
durante la noche debido a que sus vías respiratorias colapsan por momentos. La mayoría de los
expertos están de acuerdo en que la bebida afectará su sueño, sin importar edad o sexo.
El alcohol es un sedante, dijo Ilene M. Rosen, Doctora en Medicina del Sueño y Profesora en la
Escuela de Medicina Perelman de la Universidad de Pensilvania. Algunas personas beben en
horarios más cercanos a la hora de acostarse para ayudarse a conciliar el sueño.
Hay muchas personas que se automedican con alcohol para el insomnio, lo que definitivamente no
es una buena práctica, indicó Sabra Abbott, Doctora y Profesora de Neurología en Medicina del
Sueño en la Facultad de Medicina Feinberg de la Universidad Northwestern.
Debe crearse una zona de amortiguamiento de unas pocas horas entre beber y acostarse. Una
copa por la noche no hace bien. Probablemente esté bien tomar una copa de vino durante la cena
4 horas antes de dormir, añadió Abbott. O tal vez debería limitar su bebida a la hora feliz o al
momento del plato de aperitivo.
El alcohol también puede alterar la rutina matutina. Las personas a veces recurren a estimulantes
como la cafeína y beber café hasta entrada la tarde y ello hace que sea más difícil conciliar el
sueño por la noche, aseguró Armeen Poor, Médico Pulmonar y de Cuidados Intensivos en el
Metropolitan Hospital Center de Nueva York y Profesor de Medicina en el New York Medical
College.
Así que ya lo sabe, no es bueno tomar alcohol e irse a dormir o utilizarlo para conciliar el sueño.
Tome las cosas con calma.
leticia_montagner@hotmail.com
clh
Anteriores
Leticia Montagner es licenciada en Periodismo y tiene la maestría en Periodismo Político por la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Doctorada en Derecho y Género. Fue catedrática de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla y de la Escuela de Periodismo Carlos Septién García. Es pionera en Puebla de noticiarios y programas radiofónicos con perspectiva de género desde 1997. Conductora de programas de radio y televisión en Puebla. Actualmente es catedrática de la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, escribe una columna política los miércoles en El Sol de Puebla y conduce la Revista ABC en ABC Radio 1280 de AM.