Migración

La migración se puso de moda en la última semana en Puebla.

El escándalo de El Mayo Zambada, a quien lo obligaron cambiar de residencia (México) en otro límite geográfico (Estados Unidos).

El exgobernador Mario Marín también migró de la cárcel de Quinta Roo a su casa en Xilotzingo, Puebla, con un brazalete electrónico.

A Arturo Rueda, director del diario Cambio, le migraron las medidas cautelares para regresar a la cárcel.

El gobernador electo, Alejandro Armenta empezó a migrar a su equipo de campaña y transición a lo que será el nuevo gabinete, que en lo expuesto genera más dudas que certezas.

Felipe Flores, periodista, vocero y exsubdirector de la Crónica en Puebla pasó a otro estadio, migró de lo terrenal a lo celestial. Aquí le cuidaremos a nuestro Atlante.

Otro que también se supo migrará, apenas concluya su encomienda de gobernador, es Sergio Salomón Céspedes Peregrina. El mandatario en funciones fue invitado por la presidenta electa, Claudia Sheinbaum, para incorporarse a su gabinete.

¿Dónde?

Quizá el tema migratorio también esconda la clave.

Lo cierto será que el cierre de año estará plagado de migraciones, cambios de residencias y límites geográficos, en todos los órdenes.

Llegarán nuevos senadores, legisladores federales, diputados locales, ediles y alcaldesas con cuerpos edilicios.

Los ojos de la migración estarán en estos días en el Palacio Municipal de Puebla, donde varios grupos políticos quieren mover desde ahí sus fichas.

Que no se les olvide que el exilio también es una forma de migración.

 

clh