Recupera el PRD poblano el crecimiento político

El PRD poblano se encuentra en un proceso de redefinición para intentar recuperar el crecimiento político y sobrevivir al proceso electoral de 2024. En ese sentido, en este partido se está impulsando el proyecto de competir con un candidato propio a la gubernatura, al margen de la alianza que se tiene con el PRI y el PAN.

En mucho esa actitud es una reacción a la conducta egoísta asumida por el PAN de querer definir y controlar las candidaturas más importantes del proceso de sucesión en 2024, sin ceder posiciones relevantes a sus supuestos aliados del PRI y el PRD.

EL PRI reclama que le cedan la candidatura a la alcaldía de la capital y el PRD, pide las postulaciones a aspirantes senadores y alcaldes de municipios importantes. Mientras que el PAN cree que tiene derecho a quedarse con todas las posiciones importantes, incluidas la que piden sus aliados, además de la nominación del aspirante a la gubernatura de la entidad.

También esa actitud del PRD de buscar transitar sin aliados en 2024 es porque se ha valorado que el mejor camino para el partido del sol azteca es garantizar un crecimiento individual y aumentar el número de alcaldías y diputaciones locales que se puedan alcanzar en un par de años, así como incrementar su votación estatal.

El reto fundamental para el PRD, en todo el país, es no perder el registro como partido político nacional y el registro local en varios estados clave, como es el caso de Puebla.

A lo largo del último año, la actual dirigencia encabezada por Carlos Martínez Amador ha conseguido establecer una red territorial de más de 70 delegados regionales, que le ha permitido recuperar la cercanía con núcleos de militantes perredistas que no migraron a Morena u otras fuerzas políticas.

Ese esfuerzo se ha visto reflejado diversos sondeos que se han levantado para medir la intención del voto, en donde el PRD poblano ya rebasó entre el 4 y 5 el por ciento de apoyos electorales rumbo a la próxima contienda.

Dicha situación es un fuerte avance, si se toma en cuenta que en la contienda de 2021 el PRD apenas mordió el 3 por ciento de la votación, que es el índice mínimo para no perder el registro como partido político local.

Además, con esa condición el PRD se ubica con una mejor salud que otras fuerzas políticas, como es el PT, el PVEM y el PSI, cuyos niveles de intención del voto están abajo del 2 por ciento, situación que los pone en riesgo de desaparecer en la siguiente lucha electoral.

Al PT y el PVEM no les ha funcionado ir en coalición con Morena para “salvar el pellejo” y tampoco se les percibe a ambas fuerzas políticas hacer un esfuerzo extraordinario para lograr un crecimiento al margen del impulso que les pueda dar el movimiento obradorista.

Hacia el interior del PRD poblano se ha discutido la pertinencia de tener un proyecto electoral propio y no estar supeditado al avance electoral del PAN.

Por eso ha crecido la idea de que, si no se logra un adecuado reparto de las candidaturas más importantes en la sucesión de 2024 en Puebla, la mejor ruta para el PRD es competir solo, garantizar la supervivencia y regresar a la ruta del crecimiento político, que le permita obtener un índice de entre 7 y 8 por ciento de la votación total que habrá en la siguiente justa electoral.