¿Realmente Nacho Mier ya tiene el respaldo federal para ser el candidato de Morena a la gubernatura?
Ignacio Mier Velazco sorprendió –el sábado pasado– con la fuerza mostrada en su informe anual de labores como legislador, por los miles de personas que abarrotaron el acto y la presencia de figuras de mucho peso político de la 4T. El acto marcó el arranque –formal y público— de su intento de buscar ser candidato a gobernador de Puebla en 2024 y al mismo tiempo, puso nerviosos a muchos actores importantes de Morena en el estado, pues habían apostado a que el diputado federal tendría un acto deslucido o convencional, pero al mismo tiempo empiezan a ver “señales” de que no es mal visto desde Palacio Nacional.
Tal situación plantea una pregunta fundamental:
¿Realmente Nacho Mier ya tiene el apoyo federal para ser el próximo candidato de Morena?
Primera: es evidente que desde Palacio Nacional si se le está empezando a ver como un fuerte prospecto para ser el candidato al gobierno de Puebla, aunque eso no significa que necesariamente vaya a ser el próximo abanderado a la titularidad del Poder Ejecutivo.
Sobre todo, cuando hay varias alternativas de participación en 2024, como ser aspirante a senador de la República o presidente municipal de la capital.
La acumulación de guiños desde el centro del país es un importante indicativo a favor de Mier Velazco, desde la presencia en Puebla del secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, hace unas semanas en una comida de chiles en nogada; hasta la asistencia el sábado de Mario Delgado Carillo, el presidente nacional de Morena; los dirigentes del PT y el PVEM, así como de los gobernadores de Sinaloa, Morelos, San Luis Potosí y Michoacán.
Además de dos figuras relevantes: César Yáñez, quien es integrante del equipo de Adán López Hernández y fue vocero de Andrés Manuel López Obrador en la campaña de 2018, así como Arturo Mediana Padilla, quien es el procurador fiscal.
Y que Gerardo Fernández Noroña, el polémico diputado del PT, pidiera públicamente la unidad de la 4T en torno al político poblano.
Frente a esas muestras de apoyo, simpatía, adhesión, no se pueda negar que es un reflejo de que Mier Velazco, pese a su pasado priista, se ha sabido colocar en el ánimo de importantes actores de la 4T, que podrían darle el empujón fuerte para convertirse en el candidato a gobernador.
Segundo: el acto del sábado le sirvió a Mier para mostrar “musculo político”, pero también para exhibir debilidades importantes y que podrían inyectarle una fuerte dosis de vulnerabilidad que lo desinfle en el todavía largo, sinuoso y conflictivo camino de la sucesión gubernamental de Puebla.
Así como el coordinador de los diputados federales logró demostrar respaldo de figuras de corte nacional de la 4T, en contraparte mostró mucha pobreza en su influencia en el ámbito local.
En el acto del sábado fue notoria la ausencia de alcaldes, diputados locales, líderes históricos de Morena, senadores, empresarios, dirigentes sindicales y sociales. Y obviamente, la no asistencia del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta provoca un fuerte vacío.
En contraparte, resulta muy negativo para Ignacio Mier que en el acto estuvieran el exedil de la capital Enrique Doger Guerrero y el tenebroso Joe Hernández Corona, quien durante muchos años se encargaba de la represión política –contra la oposición y movimientos sociales— en los gobiernos del PRI.
Es decir, el político oriundo de Tecamachalco sigue mostrando que en Puebla sus apoyos provienen, en mucho, de actores del PRI, y que no logra avanzar en el ánimo de militantes y líderes de la 4T.
Sin contar, que hasta ahora Ignacio Mier solo tiene popularidad en el distrito de Tecamachalco, de donde es originario, ha sido legislador y su hijo es el actual presidente municipal de la cabecera.
En el resto de la entidad no es un personaje muy conocido y tampoco es aceptado por amplios sectores del electorado que son seguidores del movimiento lopezobradorista desde 2006. No tiene el activismo que su rival Alejandro Armenta Mier, en la lucha por la candidatura, que ha desarrollado al recorrer todo el estado en los últimos 4 años.
Eso no quiere decir que Ignacio Mier esté descartado para ser el abanderado de la 4T al gobierno de la entidad poblana, sino lo que plantea es que todavía son muchas las aduanas que el legislador debe pasar si quiere llegar a la final de la sucesión de 2024.
Llenar un recinto con miles de personas, muchas de ellas beneficiarias de los programas sociales federales, no es algo difícil para un político con un importante equipo de operadores, como es el caso de Ignacio Mier. Lo complicado es ganar la simpatía de las bases de Morena y del electorado. Son los retos verdaderos para Nacho Mier.
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