Los galistas ya lo descalificaron.
Los armentistas se burlaron.
Los mieristas lo minimizaron.
La derecha se preocupó, porque está claro que el barbosismo va por continuar el proyecto de la Cuarta Transformación, sin alianzas con El Yunque y anexas.
Después que el gobernador Luis Miguel Barbosa diera el banderazo de salida a los suyos para competir por Casa Aguayo en 2024, el primero en tomar la bandera de aspirante fue el líder del Congreso.
Sí, Sergio Salomón Céspedes Peregrina. Un personaje curtido en los pueblos. Transitado por el PRI, PAN, PRD y otras alianzas partidista ha sido legislador local y alcanzó la alcaldía de Tepeaca en 2018.
A pesar del bloqueo impuesto por morenovallistas y priistas, como David Huerta y Los Morales Flores ganó no sólo la candidatura a la alcaldía de Tepeaca, sino que se impuso a Germán Valencia de Morena, quien traía todo el apoyo del grupo de Alejandro Armenta.
Luego, siempre de lado del gobernador Barbosa en la ejecución de obras regionales se lanzó por la diputación para ser líder de la mayoría morenista y la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado.
Que no lleva los años que Los Primos en la política, bien.
Ya se saben los pasos de Alejandro Armenta e Ignacio Mier y los negativos que se cargan.
Que no es morenista puro, como aquellos que hoy presumen estar con López Obrador incluso antes de que nacieran, mejor.
Barbosa ayer comentó sobre su destape y dejó en claro que Sergio Salomón es una persona honrada, de buena fe y, sobre todo, con una vida exenta de cualquier duda.
El que haya levantado la mano también deja en claro que el barbosismo jamás iría con un panista, aunque se llame Eduardo Rivera, por Casa Aguayo. Va con quien decida Morena.
El destape del legislador le permitirá saber, ahora sí, que en política los amigos son de mentiras y nos enemigos de verdad.
¿Habrá otro personaje cercano al barbosismo que se suelte al ruedo?