Mientras la Profepa confirmó la clausura del banco pétreo “Ojo de Agua”, habitantes de Ixtiyucan acusaron que 35 hectáreas no podrán ser utilizadas tras la extracción de material para las plataformas de la armadora.
La cámara denunció que personas de otras partes del país estuvieron a punto de vender productos de piel, lo que significa competencia desleal para sus afiliados.
El Ayuntamiento dijo que los trabajos realizados junto a la estación del tren carecen de autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia.