El año 2025 será crucial para México. Nos encontramos en un momento histórico que exige la suma de esfuerzos, la voluntad de diálogo y, sobre todo, la unidad como nación. Con el liderazgo de la presidenta Claudia Sheinbaum, tenemos una oportunidad única para enfrentar los desafíos que vienen y fortalecer el proyecto de transformación nacional.
Uno de los retos más apremiantes será consolidar la estabilidad económica frente a un contexto global incierto en el que los conflictos armados y políticos se perciben en creciente tensión. La recuperación pospandemia ha demostrado nuestra capacidad de resiliencia, pero aún queda mucho por hacer para garantizar el crecimiento sostenido, combatir la inflación y generar más empleos dignos. Esto requerirá políticas públicas innovadoras que impulsen la inversión y apoyen a las pequeñas y medianas empresas, que son el corazón de nuestra economía.
La seguridad también será un desafío clave. La construcción de paz y justicia es una demanda legítima de la sociedad. Con estrategias integrales y un enfoque en las causas estructurales de la violencia, estoy convencido de que podremos avanzar hacia comunidades más seguras. El fortalecimiento de la Guardia Nacional y el trabajo coordinado entre los tres niveles de gobierno serán fundamentales en esta tarea.
No debemos permitir injerencias extranjeras con el pretexto de “ordenar” a los carteles y la problemática que vive el país en esta materia. La soberanía nacional debe mantenerse intacta y fortalecer nuestras instituciones de seguridad. El proceso de elección de las y los jueces y magistrados del próximo año será crucial para recuperar la confianza del pueblo de México en una materia que se tenía pendiente. La estrategia de seguridad que ha implementado la Presidenta Claudia Sheinbaum está dando sus primeros resultados, como el más importante decomiso de fentanilo de la historia y la puesta en marcha de la Operación Enjambre, que dan muestras de que el gobierno esta actuando sin tolerancia ni corrupción.
La llegada de Trump a la Casa Blanca representa un gran reto. Con sus constantes amenazas de imponer aranceles, intervenciones miliares y acciones que no abonan a una buena relación entre ambas naciones, México debe enfrentar estos embates, con unidad y la certeza de que nuestra presidenta y su gabinete, así como las y los legisladores, estaremos a la altura de lo que esto representa, velando siempre por los intereses del pueblo.
Otro reto será continuar con la transición energética y enfrentar la crisis climática. México tiene el potencial de ser líder en energías renovables y sostenibles, pero para ello necesitamos redoblar esfuerzos en la innovación tecnológica y la cooperación internacional. El compromiso de la presidenta Claudia Sheinbaum con el medio ambiente, con un programa de gobierno consciente de las necesidades del país, realista y a la vanguardia, nos da esperanza de que avanzaremos en esa dirección.
Sin embargo, nada de esto será posible sin unidad. La pluralidad y el debate son parte esencial de nuestra democracia, pero debemos evitar que las diferencias se conviertan en divisiones irreconciliables. Es tiempo de dejar de lado intereses particulares y trabajar en unidad por el bienestar de todas y todos los mexicanos.
México necesita a todos los sectores de la sociedad: campesino, laboral, empresarial, académico, de la organización civil y político. Reconozcamos nuestras diferencias, pero trabajemos en las coincidencias. La presidenta Sheinbaum nos ha demostrado su disposición al diálogo y su capacidad para construir consensos. Sigamos ese ejemplo.
El camino no será fácil, pero estoy seguro de que en este 2025, con unidad y compromiso, podremos superar los retos que se avecinan y construir un México más fuerte, justo y próspero.
X y Facebook: @RicardoMonrealA
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El doctor en Derecho, Ricardo Monreal Ávila, nació el 19 de septiembre de 1960 en Plateros, Zacatecas, en el seno de una familia de catorce hijos.
Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México.
En 1975 comienza su trayectoria política militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), allí ocupó varios cargos: fue coordinador nacional de la Defensa Jurídica del Voto en la Secretaría de elecciones de la dirigencia nacional; presidió el Comité Directivo Estatal de Zacatecas y, posteriormente, fue secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina. En éste periodo de militancia participó en el Congreso de la Unión, fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y llegó al puesto de senador (1991-1997).
En 1998, Monreal Ávila abandona al PRI para unirse a las filas del PRD y contender, ese mismo año, a la gobernación del estado de Zacatecas.
Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el Partido del Trabajo (PT).
Ahora por tercera ocasión es Senador de la República y coordinador de la fracción parlamentaria de Morena.