La presidenta Claudia Sheinbaum dejó en claro que la seguridad no es sólo un tema prioritario, sino el tema de temas, y que su enfoque responde a la urgencia histórica del país: la construcción de la paz. Pero se trata de una paz basada en la justicia social, en la atención a las causas que generan la violencia y en un enfoque preventivo. Por ello, al presentar la Estrategia Nacional de Seguridad, fue enfática al reafirmar que México no volverá a la mal llamada “guerra contra el narcotráfico”.
Durante el gobierno del presidente López Obrador, se logró revertir la tendencia ascendente de delitos de alto impacto, que habían crecido exponencialmente durante años. Se avanzó, principalmente, en enfocar los esfuerzos sobre las causas que generan la violencia; sin embargo, los retos persisten.
Los avances logrados sentaron las bases de lo que ahora se perfila como una estrategia integral que busca atacar el problema desde la raíz. La Estrategia de la presidenta no se limita a operativos de contención; más bien, se apoya en cuatro pilares fundamentales que reflejan su visión de largo plazo y son: 1) atención a las causas, 2) consolidación de la Guardia Nacional, 3) fortalecimiento de la inteligencia y la investigación y 4) coordinación efectiva con las entidades federativas.
Tiene, además, tres objetivos claros:
1) reducir los homicidios dolosos y la extorsión;
2) neutralizar a los generadores de violencia y redes criminales, desmantelando las estructuras que sostienen al crimen organizado, y
3) transformar a las policías locales en agentes de paz, fortaleciendo su capacidad preventiva y cercanía con la ciudadanía.
Uno de los puntos más importantes es la atención a las causas. La presidenta ha reiterado que la pobreza, la falta de oportunidades educativas y la exclusión social son los principales factores que llevan a personas jóvenes a integrarse a grupos criminales. Por ello, programas como Jóvenes Construyendo el Futuro continuarán y se reforzarán.
A pesar de las críticas sobre una supuesta militarización del país, el fortalecimiento de la Guardia Nacional es otro eje clave, y al respecto la mandataria ha sido clara: es una institución civil que aprovechará las capacidades de las Fuerzas Armadas, sin perder su enfoque en la proximidad social.
Asimismo, la creación de las subsecretarías de Prevención y de Inteligencia e Investigación Policial refuerza el enfoque de utilizar la investigación, la tecnología y la información para neutralizar de manera eficiente a los generadores de violencia en el país.
Con esta estrategia, la presidenta Sheinbaum reafirma su compromiso de un México en paz, donde la seguridad no dependa de más armas en las calles, sino de más oportunidades para las y los jóvenes y una verdadera coordinación entre los distintos órdenes de gobierno, con miras a lograr la equidad y la justicia social.
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