Rosario Orozco y Julio Huerta, de ‘gobernar’ Puebla… hoy se amparan con una diputación

Es real… el hubiera no existe.
Ni existirá.
Pero si el hubiera se engarza al hecho que sí existió, como lo fue el gobierno de Miguel Barbosa Huerta, que por su “estado de salud”, vista nula y escaza movilidad -por coma diabético le amputaron la pierna derecha-, quienes ordenaban, mandaban, gritaban y ‘zapateaban’ en Casa Aguayo eran su esposa Rosario Orozco Caballero, el primo hermano Julio Huerta Gómez y la jefe de prensa Verónica Vélez Macuil.
Ellas y él eran los “ojos y oídos” del mandatario.
Controlaban y mandaban al gabinete.
Decidían cambio de funcionarios, relevos y enroques.
Disponían de la agenda.
Palomeaban a quién recibiría el Ejecutivo, lo mismo que vetaban.
Llevaron a cabo un juego palaciego perverso.
Fueron tres años, cuatro meses y trece días de poder absoluto de Rosario, Julio y Verónica, ante la incapacidad física y visual del gobernante.
Amén, de depositar la confianza en su esposa y primo hermano, como en la agregada de prensa.
Ese poder fático los convirtió en “dueños de vidas y haciendas”.
Y de no haber fallecido -13 de diciembre de 2022- Barbosa Huerta, quizás sí, quizás no, el candidato a gobernador hubiera sido Alejandro Armenta.
Es más, Sergio Salomón Céspedes no sería gobernador.
Tampoco Julio Huerta hubiera sido Secretario de Gobernación.
Ni José Chedraui Budid sería el próximo alcalde de la capital.
Lo que sí, la triada de Casa Aguayo hubiera tenido un rol estelar en el pasado proceso electoral, sobre todo en designación de candidaturas a diputaciones locales y 217 presidencias municipales.
Como el hubiera no existe, vayamos a lo que sí existe, cuya base parte de la era barbosista.
ROSARIO Y JULIO… BAJO EL AMPARO DE UNA DIPUTACIÓN
Falso o verdad que Rosario Orozco viuda de Barbosa, declinó sustituir a su esposo Miguel en la gubernatura.
Leyenda o cierto que Julio Huerta Gómez tuvo posibilidad de ser candidato al gobierno.
Lo único seguro es que la viuda de Barbosa obtuvo la candidatura de Morena a Diputada Federal por Tehuacán y ganó la elección.
Y a Julio Huerta “le regalaron” la Diputación Plurinominal al Congreso del Estado.
Vaya pasajes de la política, el juego y vaivenes de la política de quienes, del primero de agosto de 2019 al 13 de diciembre de 2022, detentaron el poder en la Puebla levítica.
Familia que no esperó, menos imaginó, que su reinado tuviera un final trágico… el fallecimiento de Miguel Barbosa.
-Porque- con la muerte de del mandatario… murió el imperio de Los Barbosa Orozco y Los Huerta Gómez.
Rosario de estar en el umbral de ser gobernadora sustituta, pasará a ser una de las 500 legisladoras y legisladores en la Cámara de Diputados.
Julio de soñar con la gubernatura y/o en el gabinete presidencial de Claudia Sheinbaum, despertó en la tercera división con una curul estatal.
Verónica, que hizo y deshizo en la dirección de Prensa, vive agazapada y en las penumbras.
No más, no menos.
Sin olvidar:
… Si Martha Érika Alonso Hidalgo no hubiera muerto… Miguel Barbosa no hubiese sido gobernador.
… Si Miguel Barbosa no hubiera fallecido… Sergio Salomón Céspedes no sería mandatario.
Si bien el hubiera no existe, en este pasaje de la política gubernamental de Puebla el hubiera sí existió, en virtud de que hay un antes y un después de la era barbosista.
Como también la hubo en el “mini Maximato” de Rafael Moreno Valle Rosas.
Pero esa es otra historia.
Lo que lleva al clásico juarista:
Si Juárez no hubiera muerto… todavía viviría.
¿O no es así’
Al tiempo.
 
 
 
clh