Los gobernantes de la Cuarta Transformación pierden de vista un detalle, en su esfuerzo por exprimir lo que sea para sumar fondos a sus programas sociales.
Tanto Andrés Manuel López Obrador como Claudia Sheinbaum volvieron con el tema de eliminar la autonomía de los órganos independientes para incorporarlos a la burocracia pública.
La autonomía de los órganos se dio para los gobernados, no para los gobernantes.
Legisladores ya disponen de un dictamen para desaparecer la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece), Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), Comisión Nacional de Hidrocarburos (CNH), Comisión Reguladora de Energía (CRE) y Sistema Nacional de Mejora Continua de la Educación.
Las obligaciones y atribuciones quedarán en manos de las secretarias y organismos centralizados.
“No sirven para nada”, ha dicho López Obrador.
En particular, es un desproposito eliminar al INAI, pues el Instituto de Transparencia es de los ciudadanos, no del gobierno.
Nació para servir a los y las mexicanos en la rendición de cuentas por parte de los gobernantes.
Se arrebata al ciudadano de su derecho a saber.
Es una expropiación al libre acceso de la información para transparentar las cuentas.
Un contrapeso que construyó la sociedad, no el gobierno en turno.
Que el venezolano Maduro los redima.
clh