Profesionales de la política, ambos saben que gobernar un estado dividido, confrontado y violento entraña dificultades mayúsculas que, de no ser atendidas, se pone en riesgo la estabilidad política, la gobernabilidad y la viabilidad de todo proyecto político. Comenzar una gestión de gobierno desde la confrontación no es lo más saludable para nadie, menos para quien enarboló el concepto del humanismo mexicano.
El número de señales que apuntaban a una definición temprana estaba más en la conducta y actitud de los equipos de campaña de los contendientes que en los datos que derivaron de los estudios demoscópicos ya conocidos y que tantas cejas levantaron en la sesión del Consejo General del Instituto Electoral del Estado.
El representante del Partido de la Revolución Democrática ante el Consejo General del IEE, Enrique Rivera Martínez acusó a este reportero junto a los colegas Viridiana Lozano y a Arturo Luna, de actuar como “mercenarios” porque seguramente nos pagaron por la publicación de resultados de tendencias antes de las seis de la tarde.
Las expresiones desaforadas, sin más datos que desde el enojo y la frustración se pueden entender entre quienes formaron pate de la coalición PRI-PAN-PRD porque en la arena política todos entregaron todo. Es ahí en donde deberá profundizar en el trabajo de reconciliación para terminar con la descalificación que ahonda la brecha y el impulso por el exterminio.
@FerMaldonadoMX
clh