Elegir: La soberbia armentista o la arrogancia lalista

Nada para nadie.

Esto es que, puede ganar cualquiera de los dos candidatos a gobernador de Puebla.

Decir “nada para nadie” es afirmar un empate a pocas horas de la jornada electoral.

Decir que cualquiera puede ganar, es asumir el riesgo de recibir el castigo de la soberbia “armentista” o de la arrogancia “lalista”.

Pero:

¿Por qué decir que nada para nadie o eso que llaman “empate técnico”?

¿Por qué afirmar que puede ganar Alejandro Armenta o Eduardo Rivera?

Veamos:

No se trata de un “yo creo que… o yo siento que ganará tal…”.

Tampoco es un tema de que, durante la comida familiar del domingo la mayoría de los asistentes dijo que votaría por cual.

No.

También se preguntarán ¿Cómo desafiar al resultado de las encuestas que le dan una ventaja de 20/25/30 puntos a Armenta sobre Lalo?

¿A cuál creer?

¿A las que dan a Armenta un triunfo arrasador o a las que afirman que Lalo alcanzó y ya lleva 3 puntos de ventaja?

Nada para nadie es:

1.- Las encuestas no mienten, mienten los encuestados. Las casas encuestadoras no pueden entrar a fraccionamientos cerrados, ni edificios donde la gente vota contra el partido en el poder, en este caso MORENA. A esos les llaman puntos ciegos.

2.- La más contundente: La participación ciudadana.

De Buena Fuente ha dicho y escrito, una y mil veces que entre más personas acudan a votar, más aumenta el riesgo de que el partido en poder pierda las elecciones.

En el último cuarto de siglo de elecciones presidenciales en México, la única vez que la participación ciudadana fue menor al 60 por ciento, le permitió al partido en el poder mantener la Presidencia.

Felipe Calderón ganó gracias al 58.8 por ciento de participación. Venció por apenas 250 mil votos a Andrés Manuel López Obrador.

Es decir, menos del 60 por ciento.

A cambio, Vicente Fox ganó con el 62 por ciento.

Enrique Peña con el 63 por ciento.

López Obrador con el 64 por ciento.

En resumen: Más votantes, más posibilidades de cambio.

3.- El “Bloque Aspiracionista” de 10 millones de votos.

AMLO ganó en el 2018 con 31 millones de votos.

Para la elección “intermedia” del año 2021, AMLO perdió 10 millones de votos.

¿Dónde quedaron esos 10 millones de ciudadanos que eligieron a AMLO, pero que ya no le dieron una segunda oportunidad y se quedaron en casa?

La respuesta es sencilla:

Si el “Bloque Aspiracionista” sale a votar, invariablemente lo hará por Xóchitl.

Por eso, un pronóstico es sumar los 19 millones de votos de la oposición del 2021 con los 10 millones del “Bloque Aspiracionista”, alcanzan 29 millones, suficientes para ganarle a los 26 millones de votos en el pronóstico de Claudia Sheinbaum.

Esto también nos dice que:

Movimiento Ciudadano podría llevarse los votos de los primovotantes, pero eso no mella en el voto opositor, ni ayuda a partido oficial.

Por eso: No hay nada para nadie.

Y ya.

Las columnas muy, muy, muy largas, no las lee, ni Obama.

Punto.

He dicho y he escrito.

Ni Obama

Después de ver las fotografías y videos del cierre de campaña de Inés Saturnino en Tecamachalco, todo pinta a que el triunfo como alcalde, no se lo quita, ni Obama.

El Verdugo

A votar. El Verdugo dice: Que el mundo se va a acabar.

De Buena Fuente, no es la mejor columna política, pero tiene… a los mejores lectores.

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@cmaciaspalma

FB: Carlos Macias Palma