En 30 días, cielo o infierno

Treinta días es lo que separa a candidatos/as del cielo o el infierno. El 2 de junio serán las elecciones.

Esa idea de carro completo o Plan C de la Cuarta Transformación ha quedado atrás. Ni Andrés Manuel López Obrador, menos Claudia Sheinbaum plantean que se vote seis de seis.

La candidata presidencial va por la suya, sin atarse a nadie. Está claro que la elección se va a cerrar, aunque los pronósticos siguen a su favor frente a Xóchitl Gálvez, quien de plano ya no dio de más.

En la puja por la gubernatura, si los comicios van a cerrarse en el ámbito federal, imagínese en lo local. Alejandro Armenta también va de puntero, pero esa diferencia de 20 puntos que tanto se presumió forma parte del pasado. Del ayer, pues.

Eduardo Rivera, una vez que asuma que él no es el favorito, puede apretar más el resultado.

En la alcaldía de Puebla es el mismo escenario de no dar concesiones, pelear la plaza; aunque Pepe Chedraui va arriba de las encuestas, el PAN gobierna la plaza y jugará todo por el señoritingo Riestra.

Lo realmente patético se ubica en los otros frentes. Al senado, diputaciones federales y legislatura local. Los y las abanderadas no hacen campaña.

Sólo presumen sus redes sociales. La selfie y nada más. Dicen que recorren colonias y se ensucian zapatos, pero nunca había existido una peor campaña que la actual al Senado y diputaciones federales y locales.

Faltan 30 días en los que quienes andan en la hueva están a la espera de una ola que subirá a todos.

Y todo por sumar a cada rémora de grupos que no se representan ni a ellos ni ellas mismas.

 

clh