El eterno enfrentamiento entre Gustavo Vargas y Rogelio López

En Huauchinango se ha desatado un fuerte conflicto entre comerciantes y la autoridad municipal que, a principios de esta semana, ya generó un brote de violencia. Más allá de los argumentos de ambas partes, el fondo del problema es una añeja rivalidad entre un exalcalde, Gustavo Vargas Cabrera, y el actual edil, Rogelio López Angulo.

Esas diferencias han confluido en torno al conflicto del Mercado Municipal de Huauchinango, que será demolido para posteriormente ser reconstruido, con una fuerte inversión de 100 millones de pesos. Siendo la obra más importante del gobierno local encabezado por Rogelio López Angulo, con la que piensa cerrar con fuerza el actual trienio.

Un grupo numeroso de locatarios se oponen a las obras del Mercado Municipal, por la opacidad con que el alcalde ha dirigido el proyecto.

Los comerciantes de frutas, verduras, carne y abarrotes cuestionan que es un intento de despojarlos de sus espacios tradicionales de venta y que el proyecto es un negocio privado de altos funcionarios del ayuntamiento, que buscarán vender las áreas en el nuevo inmueble.

También se cuestiona, con sobrada razón, que el centro de abasto no tendrá estacionamiento y eso lo acabará convirtiendo en un proyecto fallido.

Al parecer, atrás de los comerciantes inconformes, que han buscado ampararse contra la transformación del mercado, se encuentra la asesoría de Gustavo Vargas Cabrera, quien fue alcalde de Morena en el trienio pasado.

López Angulo, quien es alcalde por segunda vez, no se cansa de denunciar que hay “intereses políticos” en el malestar de los comerciantes, ya que los agraviados en un principio firmaron de conformidad ser reubicados en lo que se cambia la estructura de mercado, pero de un día para otro nació su oposición y la decisión de recurrir a la vía legal para frenar los trabajos.

Si algo comparten Gustavo Vargas y Rogelio López es que ambos, hace unos años, eran destacados líderes del PRI en Huauchinango. El primero ha sido empresario. El segundo un destacado constructor en diferentes gobiernos de la Sierra Norte.

Los dos ya desertaron del PRI. Ahora reniegan del partido que cobijó sus carreras políticas.

Vargas Cabrera en el trienio pasado fue el primer alcalde de Morena en Huauchinango y luego de muchos años de buscar ese cargo, acabó decepcionando a propios y extraños con un pésimo gobierno.

López Angulo fue alcalde priista –durante el sexenio de Rafael Moreno Valle— bajo la guía de su cuñada Enoé González Cabrera, una experimentada líder de la región, que fue edil y legisladora por Huauchinango, así como notaria pública, en el municipio de Libres.

En 2021, postulado por el Partido Nueva Alianza, Rogelio López Angulo dio la sorpresa y ganó por segunda vez la alcaldía, luego de que ya había tenido un fallido intento de reelegirse. Sin embargo, ahora la percepción ciudadana es que su gobierno es muy malo y que fue mejor su primera incursión como edil, por la asesoría que tenía en ese entonces de Enoé González, quien murió a los 62 años, a finales de 2017.

Se dice que las rivalidades entre Gustavo Vargas y Rogelio López nacieron por la disputa de un terreno.

El predio lo tenía en posesión López Angulo, pero el parecer Vargas Cabrera habría demostrado jurídicamente que él inició antes, que su rival, el proceso de compra del terreno, por lo consiguió quedarse con la propiedad.

Años más tarde, López Angulo curiosamente –como alcalde— construyó una calle que pasaba sobre una parte del terreno de la discordia, lo que redujo de manera importante la extensión del predio.

En 2021, Vargas por su indecisión no logró la candidatura de Morena para buscar reelegirse. Lo que si alcanzó a hacer es que ayudó a un par de aspirantes a ediles para que intentaran ganar la contienda, con tal de evitar que su sucesor fuera Rogelio López Angulo. Al final fracasó en ese cometido.

El lunes pasado, por la madrugada, comerciantes del Mercado Municipal decidieron abandonar la calle 5 de Mayo, en el centro de Huauchinango, que es donde los habían reubicado temporalmente. Y los locatarios determinaron poner sus puestos en los portales del zócalo.

Curiosamente lo hicieron en el portal Hidalgo, frente a una enorme propiedad inmobiliaria, que es de la familia de Gustavo Vargas.

La policía desalojo a los comerciantes. Hubo golpes, empujones, amenazas. El conflicto lejos de acabarse se está agravando.

Todo eso ha ocurrido a la sombra del pleito personal de dos políticos de Huauchinango, que anteponen sus intereses personales, o mejor dicho sus inquinas, por encima del bien colectivo del municipio.