Huerta, cerca de Sheinbaum; Armenta ya negocia con la aspirante y Mier no ha logrado aproximarse

Se dice que serán tres los factores que incidirán para elegir al candidato de Morena a gobernador de Puebla. Los resultados de las encuestas tendrán un peso mayúsculo en la toma de decisiones. También se tomará en cuenta el nivel de confianza de los aspirantes y la capacidad de atraer votos fuera de los partidos de la 4T. Y otro elemento esencial será la cercanía con Claudia Sheinbaum Pardo, quien tiene –por ahora— las mayores posibilidades de ser la abanderada presidencial de la izquierda.

Por eso los tres principales aspirantes a la nominación, Julio Miguel Huerta Gómez, Alejandro Armenta Mier e Ignacio Mier Velazco, han destinado una parte de sus esfuerzos en buscar la mayor cercanía posible con la jefa de Gobierno con licencia de la Ciudad de México.

Cuentan los enterados que el senador Alejandro Armenta Mier hace un par de meses habría logrado tener una reunión en privado con Claudia Sheinbaum, que le permitió presentarle un historial de encuestas, en las que aparece como el más popular de los suspirantes morenistas, junto con una descripción de las estructuras del PRI que se han adherido a su proyecto.

Una ventaja para Armenta fue el proceso de reconciliación –surgido a principios de mayo pasado— de Ricardo Monreal Ávila con el presidente Andrés Manuel López Obrador, por lo que el llamado grupo “monrealista” –en el que está el legislador poblano— dejó de ser visto como una facción rebelde y de confrontación dentro de la 4T.

Incluso se dice que se abrió un canal de negociación directo entre Sheinbaum y Monreal, mediante el cual el segundo buscaría llegar a acuerdos para garantizar a su grupo espacios políticos en el próximo sexenio, como podría ser exigir que él sea el contendiente de Morena en la lucha por la Jefatura de Gobierno de la capital o que se pudiera fraguar la candidatura de Armenta en el estado de Puebla.

Quien goza de la mayor cercanía con Claudia Sheinbaum es, sin duda alguna, Julio Huerta Gómez, quien tiene la encomienda directa de apuntalar la popularidad de la aspirante presidencial y que pueda ganar –en la entidad poblana– el conjunto de cinco encuestas que decidirán quien será la candidata de la 4T.

Ahora los esfuerzos del equipo político de Huerta Gómez, quien recientemente dejó el cargo de secretario de Gobernación, se han dirigido en intentar demostrar que, aunque el exfuncionario público fue el último en entrar a la lucha por la candidatura morenista, tiene el potencial de estar creciendo en los índices generales de popularidad y logra avanzar ente los votantes obradoristas en el estado.

Por esa razón la semana pasada –entre varios propósitos– estuvo en Puebla la secretaria general de Morena, Citlalli Hernández Mora, quien está preparando la estrategia electoral de Claudia Sheinbaum en la contienda federal del próximo año y en ese entendido, vino a conocer el potencial de Julio Miguel Huerta como posible candidato a la gubernatura de Puebla.

Se dice que la dirigente morenista se llevó la información sobre la estructura de alcaldes, líderes sindicales, grupos de militantes de Morena y facciones del PRI, que están dentro del proyecto de hacer crecer el índice de intención del voto de Julio Huerta como representante de un grupo político en el que confluyen las corrientes del extinto exgobernador Luis Miguel Barbosa Huerta y del actual titular del Poder Ejecutivo, Sergio Salomón Céspedes Peregrina.

Una situación muy distinta es la que vive el coordinador de los diputados federales de Morena, Ignacio Mier Velazco, quien pese a muchos esfuerzos no ha logrado aproximarse a Claudia Sheinbaum, fuera de los actos públicos en que todos se toman fotos mostrando rostros relajados y sonrientes, fingiendo que no hay diferencias de por medio.

Fuentes bien informadas aseguran que Mier ha pedido tres o cuatro veces audiencia con la jefe de Gobierno de la Ciudad de México, antes y después de que pidió licencia a ese cargo público, sin tener una respuesta positiva.

Que habría pedido la ayuda de algunos miembros influyentes del gabinete federal y que las gestiones de esos funcionarios, hasta ahora, no han rendido frutos positivos para el diputado federal oriundo de Tecamachalco.

Una situación que empieza a generar un importante margen de desesperación de Ignacio Mier, pues despierta el temor de que su lejanía con Sheinbaum pudiera ser un signo inequívoco de que en la cúpula de Morena y en Palacio Nacional no lo ven como una opción viable para ser el abanderado de la 4T en la contienda local de Puebla, que se aproxima a pasos agigantados.

Esa distancia, dicen algunos actores políticos, en parte se explica porque Mier se la jugó abiertamente en apoyar al ex secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández, para que se convierta en candidato presidencial, un proyecto que no prospera.

Aunque la parte que más estaría pesando es que Mier, en su calidad de coordinador de los diputados federales de Morena, marginó de los trabajos de San Lázaro a legisladores del grupo político de Sheinbaum y entonces, le estarían pasando el costo político de esa exclusión.

 

clh