Después de Ucrania, la necesidad de replantear la seguridad y defensa en la UE

La invasión rusa a Ucrania alteró las directrices de un orden internacional que aún no termina por definirse. En la Unión Europea, el conflicto avivó —tanto a nivel nacional como en el seno del bloque— las alarmas de un debate añejo e inconcluso entre los países miembros: la cuestión de su defensa y seguridad.

 

Diversos esfuerzos e iniciativas se han trabajado en este aspecto, sin embargo, hasta ahora aún no ha sido posible una política de seguridad autónoma y común. El primer intento estuvo en la creación de la Comunidad Europea de Defensa (CED), en 1954, proyecto que en un inicio superó numerosos obstáculos, pero que no avanzó, debido al bloqueo del Parlamento francés.

 

Otros factores que imposibilitaron progresos en este tema son: la relación transatlántica y la sombra del paraguas de seguridad que ha significado para Europa la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN); cuestiones sobre la soberanía nacional de cada Estado; paradigmas, divergencias e intereses distintos entre los países miembros, y, sin duda, circunstancias más recientes, como las dudas sobre la pertenencia europea.

 

Antes del conflicto en Ucrania, la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos y el cambio con respecto a la zona de intereses reanimaron el debate sobre defensa y seguridad que tuvo un especial impulso en 2017, cuando algunas directrices fueron establecidas.

 

Actualmente, la Unión Europea no sólo reavivó el debate sobre su defensa y seguridad, sino que además adoptó algunas decisiones fácticas e inéditas en gasto, estrategia, inversión y cooperación, que imprimen un nuevo rumbo a su política en la materia.

 

Al mismo tiempo, algunas naciones también han adoptado determinaciones hasta ahora impensables. Es el caso de Alemania y de los países neutrales, como Dinamarca y Suecia.

 

Para ejemplificar, el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, recordó que en 1975 el gasto militar de los países europeos estaba cerca del 4 por ciento de su PIB, y que hoy está en torno al 1.5 por ciento.[1] Por esto, llamó a repensar las relaciones de Europa con el mundo, pues el gasto actual equivale a cuatro veces lo que gasta Rusia y lo mismo que gasta China, pero es menos eficaz”.[2] El comisario europeo de Industria, Thierry Breton, también señaló que los miembros del bloque deben coordinarse más para que la inversión sea más productiva.[3]

 

 

 

Comparativo del gasto en defensa (mundo y Unión Europea)

En el mundo, el Instituto Internacional de Estudios para la Paz de Estocolmo (SIPRI) refiere que en 2020, a pesar de los impactos por la pandemia de COVID-19, los gobiernos gastaron un 2.63 por ciento más en defensa que en 2019. La cifra absoluta fue por 1.96 billones de dólares, la más alta desde que el Instituto tiene registros (1988). Al respecto, de 2000 a 2019, los países que mayormente se armaron fueron Estados Unidos, China, India, Rusia, el Reino Unido, Francia, Alemania, Japón, Corea del Sur y Arabia Saudita, de los cuales sólo este último recortó su presupuesto entre 2019 y 2020.[4]

 

Posteriormente, en 2021, el gasto global militar ascendió un 0.7 por ciento (2.1 billones de dólares), indica el mismo Instituto. Rusia alcanzó niveles récord (subió un 2.9 por ciento: 65 mil 900 millones de dólares); Estados Unidos redujo su cifra en 1.4 por ciento; China aumentó su partida en 4.7 por ciento, lo que impulsó a sus vecinos a reforzar también sus presupuestos (Japón lo hizo en un 7.3 por ciento); India tuvo un incremento del 0.9 por ciento y el Reino Unido del 3 por ciento.[5]

 

En el caso de la Unión Europea, la apuesta por la paz y los compromisos históricos en esta materia han mantenido a los miembros del bloque en una situación vulnerable frente a la carrera en defensa y seguridad militar.

 

Si bien desde el nacimiento de la UE el gasto en defensa se incrementó paulatinamente, no fue hasta 2014 que, bajo el compromiso adoptado en el seno de la OTAN, algunos Estados europeos asumieron la meta de elevar en un 2 por ciento de su PIB el presupuesto en este rubro.

 

El Informe anual sobre el gasto en defensa, realizado en 2019 por la Agencia Europea de Defensa (AED), organismo que integra a todos los miembros del bloque menos a Dinamarca,[6] reportó que durante ese año el monto total asignado a esta materia fue de 186,000 millones de euros, que fue equivalente al 1.4 por ciento del PIB, es decir, un 5 por ciento mayor respecto a 2018 y la cifra más alta registrada desde 2006. El documento también indica que en defensa el gasto tuvo incrementos significativos en la adquisición de nuevos equipos.[7]

 

Un año después (2020), la AED reportó un máximo histórico de 198,000 millones de euros.[8] De los 27 miembros, Francia fue el que más dinero destinó (superó los 44 mil millones de euros); le siguió Alemania (casi 37mil 200); Italia (casi 23 mil), los Países Bajos (10 mil 700) y España (poco más de 10 mil 500).[9] Asimismo, informa que Francia y Alemania impulsaron el aumento en el gasto en investigación y tecnología (un 46 por ciento más que en 2019), mientras que la inversión militar se situó en el 1.5 por ciento del PIB del bloque, marcando el sexto año consecutivo de crecimiento.[10]

 

Es de advertir que, al igual que en otras regiones y pese a la pandemia, en Europa el aumento presupuestal en defensa también continuó al alza. 19 de los 27 miembros presentaron un incremento. De éstos, 13 lo hicieron en más de un 5 por ciento, y seis en 10 por ciento o más. A pesar de ello, la AED señala que no se lograron los objetivos planteados para la compra colectiva de equipamiento y proyectos de investigación colaborativa en 2020. El objetivo común era realizar un 35 por ciento de las compras de manera conjunta, pero sólo un 11 por ciento de ellas se concretó por esta vía,[11] esto es, un 13 por ciento menor que en 2019.[12] Por otro lado, en comparación con otros países, desde 1999, el gasto combinado en defensa de la Unión sólo aumentó un 20 por ciento frente al 66 por ciento de Estados Unidos, el 292 por ciento de Rusia y el 592 por ciento de China.[13]

 

 

Marco de la Política Común de Seguridad y Defensa (PCSD)

La PCSD es el base de la Unión Europea en el ámbito de la defensa y la gestión de crisis, incluidas la cooperación y la coordinación en materia de defensa entre los miembros. Siendo parte integrante de la Política Exterior y de Seguridad Común, es presidida por el alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Su marco general está en el Tratado de Lisboa, que introduce el concepto de una política de capacidades y de armamento, y recuerda que el multilateralismo es la base de la acción exterior de la UE.[14]

 

Así, el bloque europeo participa en varios espacios para una coordinación y cooperación más profundas, en especial con las Naciones Unidas y la OTAN, pero también en otros órganos, como la Unión Africana, el G5 del Sahel, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa, y la Asociación de Naciones del Asia Sudoriental.[15]

 

Josep Borrell preside el Consejo de Asuntos Exteriores en su configuración de ministros de Defensa (órgano decisorio de la Unión en el ámbito de la PCSD), y dirige la AED. En tanto, las decisiones son adoptadas por el Consejo Europeo y por el Consejo de la Unión Europea, a excepción de las cuestiones relativas a la AED y a la Cooperación Estructurada Permanente (PESCO, por sus siglas en inglés), para las que se aplica la votación por mayoría.[16]

 

En junio y noviembre de 2016, la entonces alta representante Federica Mogherini presentó al Consejo Europeo una Estrategia Global sobre Política Exterior y de Seguridad de la Unión Europea (documento que reemplazó al de 2003),[17] así como un plan de aplicación en el ámbito de la seguridad y la defensa. La primera determina cinco prioridades para la política exterior de la Unión; una de ellas define la estrategia para la PCSD. El segundo traduce en términos operativos la visión definida en la Estrategia Global e incluyó trece propuestas, entre éstas, una revisión anual coordinada de la defensa, una mejora de la respuesta rápida del bloque y una nueva PESCO única para aquellos Estados miembros que deseen asumir un mayor compromiso en materia de seguridad y defensa.[18]

 

En paralelo, Mogherini presentó un Plan de Acción Europeo de Defensa a los Estados miembros, con propuestas clave relativas al Fondo Europeo de Defensa, centrado en la investigación en el ámbito de la defensa y el desarrollo de capacidades. Este plan fue un paso importante en el establecimiento de las estructuras políticas y militares internas de la Unión, definidas en la PCSD.[19]

 

Posteriormente, en junio de 2017, los dirigentes del bloque acordaron poner en marcha una PESCO para reforzar la seguridad y la defensa de Europa, a partir del desarrollo de la industria y la tecnología armamentista y la cooperación del negocio de armas a nivel comunitario. Desde entonces, diversos proyectos (formación, desarrollo de capacidades y disponibilidad operativa en tierra, mar y aire, así como en ciberdefensa) se han emprendido en este ámbito. Más tarde, en 2018, se adoptó la hoja de ruta de puesta en práctica y las normas de gobernanza.[20]

 

En noviembre de 2020, bajo el mandato de Borrell, la Unión concluyó un análisis exhaustivo de las amenazas y los retos, lo que derivó en la Brújula Estratégica. Un segundo documento elaborado a partir de debates informales entre los miembros planteó las amenazas y sus principales consecuencias, identificando la brecha de capacidades y prioridades de éstos.[21] La Brújula define los objetivos de la organización respecto a la política de seguridad y defensa, y complementa a la Estrategia Global.

 

Enseguida, en marzo de 2021, se creó el Fondo Europeo de Apoyo a la Paz, un instrumento extrapresupuestario destinado a reforzar la capacidad de la Unión para prevenir conflictos, consolidar la paz y reforzar la seguridad internacional. Este mecanismo es diferente e independiente del Fondo Europeo de Defensa.[22]

 

Pese al objetivo de desarrollar una política común de defensa, el bloque trabaja desde la cooperación voluntaria de cada Estado miembro. La PCSD es entonces un complemento o apoyo a las políticas de defensa nacionales. A la par, la Unión no posee una fuerza militar propia, tan sólo cuenta con grupos de combate para responder rápidamente a crisis y conflictos. Se trata de fuerzas militares que pueden desplegarse rápidamente sobre el terreno y que se crearon en 2005, pero hasta ahora no se han utilizado debido a obstáculos políticos, técnicos y financieros. Su financiación se gestiona a través del Fondo Europeo de Apoyo a la Paz.[23]

 

Por otro lado, está la cooperación con la OTAN. La relación entre esta organización y el bloque europeo data de hace más de quince años y ha dado lugar al establecimiento de una gran variedad de instrumentos. En noviembre de 2017, el Consejo y la OTAN adoptaron nuevas propuestas de medidas concretas en ámbitos como la lucha antiterrorista; las mujeres, la paz y la seguridad, y la movilidad militar. Y el 10 de julio de 2018, ambos firmaron una declaración conjunta, en la que expusieron su visión para combatir las amenazas para la seguridad común. Los ámbitos centrales de esta visión son la movilidad militar, la ciberseguridad, las amenazas híbridas, la lucha antiterrorista, las mujeres y la seguridad.[24]

 

 

 

Después de Ucrania, ¿seguridad y defensa europea común?

El 10 y 11 de marzo de 2022, los jefes de Estado y Gobierno de la Unión Europea se reunieron en Versalles en un encuentro informal. La Declaración final contempla reforzar las capacidades de defensa, a la par de cuestiones como la dependencia energética y el desarrollo de una base económica más sólida.[25]

 

Sobre la base de las conclusiones alcanzadas en diciembre de 2021 (invertir más y mejor y de manera decidida en capacidades de defensa y tecnologías innovadoras), los líderes del bloque europeo se comprometieron a responsabilizarse en mayor medida de su propia seguridad, a seguir una línea de acción estratégica en el ámbito de la defensa y a aumentar su capacidad para actuar de manera autónoma. También destacaron que es fundamental mantener una estrecha coordinación con socios y aliados, en particular, la cooperación con la OTAN.[26]

 

En síntesis, la Unión Europea se enfocará en hacer de sí misma un garante de la seguridad más fuerte y capaz,[27] por lo que aumentará sustancialmente su gasto en defensa, estimulará las inversiones compartidas, cubrirá carencias armamentísticas y de capacidades, desarrollará la industria de defensa, fomentará las sinergias entre la investigación y la innovación, e invertirá en tecnologías e innovación críticas y emergentes.[28]

 

Enseguida, el 21 de marzo, el Consejo de la Unión Europea aprobó su hoja de ruta: la nueva Brújula Estratégica.[29] Se trata de un plan sobre el futuro de la seguridad y de la defensa europeas para los próximos diez años, que busca dotar de mayor autonomía al bloque comunitario. Entre las principales propuestas destacan la creación de una fuerza de intervención rápida formada por hasta 5,000 efectivos y que sería plenamente operacional en 2025, con el objetivo de actuar en cualquier lugar del mundo, así como un aumento del gasto en defensa (200 mil millones de euros adicionales), como se acordó en Versalles.[30]

 

El alto representante ha dicho que el objetivo no es crear “un ejército europeo, cada miembro seguirá teniendo el suyo propio, pero trabajarán de forma más estrecha y para coordinarse mejor”.

 

Al mismo tiempo, apuesta por que esta estrategia se apoye en la cooperación con la OTAN. Pese a todo, insistió en que la Unión no es “una unidad militar […] Queremos dar más seguridad en un mundo con múltiples retos, no estamos en el mundo que querríamos estar, sino en el que tenemos, y estamos en peligro”, agregó.[31]

 

Posteriormente, a finales de mayo, el Consejo Europeo se reunió de manera extraordinaria. Los líderes confirmaron lo alcanzado en Versalles y reafirmaron la Brújula Estratégica. Además, examinaron un análisis sobre los déficits de inversión en defensa, presentado por la Comisión y el alto representante, en cooperación con la AED, y pidieron al Consejo estudiar las medidas para coordinar la contratación pública conjunta de defensa, lo que incluye la necesidad urgente de reconstituir las existencias, especialmente luego del apoyo prestado a Ucrania, así como reforzar la base industrial y tecnológica europea.[32]

 

Borrell ejemplificó la situación del bloque de la siguiente manera: “Estados Unidos sólo tiene un tipo de tanque. Nosotros tenemos doce. Los costes logísticos, las duplicidades y la falta de interoperabilidad son evidentes […] Tenemos que gastar más, pero aún más importante, necesitamos gastar juntos, gastar mejor”.[33]

 

 

 

Iniciativas y esfuerzos regionales y unilaterales en la política de defensa

Desde el fracaso de la CED, la defensa y la seguridad del bloque europeo había sido un asunto que quedó paralizado hasta el inicio de la cooperación conjunta con la OTAN. Enseguida, factores externos y desafíos geopolíticos —administración Trump, Rusia, Brexit, el populismo y la extrema derecha, Ucrania, entre otros— reavivaron un debate que se retomó en 2017.

 

En este marco regional, Francia, que detuvo en su momento la CED, luego la llegada de Emmanuel Macron a la Presidencia ha buscado reimpulsar la política de seguridad y defensa del bloque, al proponer la creación de las fuerzas armadas de la Unión para hacer frente a actores como Rusia, China e incluso Estados Unidos. Por otro lado, el mandatario galo sabe que Europa no puede defenderse sin la OTAN, por lo que, en su opinión y por ahora, afirma que ambas deben complementarse.

 

Tras la guerra en Ucrania, Macron cree que el conflicto le da la razón a su proyecto de impulsar la defensa de Europa junto a la OTAN, iniciativa que, hasta ahora, fue bloqueada por las reticencias de Alemania. Asimismo, el presidente de Francia ha planteado que el nuevo gasto militar se financie —al igual que el plan de recuperación tras la pandemia— con deuda común.[34]

 

Por otro lado, la salida del Reino Unido del bloque (Brexit) de alguna manera puso fin a las divisiones internas sobre seguridad entre europeístas (liderado por Francia) y atlantistas (encabezado por el Reino Unido).[35] No obstante, sin el Reino Unido, con una Francia empujando la autonomía en defensa y en el seno del conflicto ruso-ucraniano, el primer ministro holandés, Mark Rutte, insiste en que el refuerzo debe hacerse en el marco de la OTAN.[36]

 

En la respuesta unilateral frente al conflicto ruso-ucraniano, y en un momento en que la guerra evidencia la imposibilidad del bloque de garantizar la seguridad, Alemania y Dinamarca anunciaron un aumento importante de su gasto militar.

 

Alemania, reticente por motivos históricos a afirmarse como potencia política y militar, y con una política muy restrictiva de exportación de armas, pocos días después de iniciada la guerra ha cambiado de parecer. El canciller Olaf Scholz anunció que su país invertiría 100 mil millones de euros para mejorar el Ejército alemán y elevaría el gasto al 2 por ciento del PIB. También se comprometió a cumplir con el gasto militar de la OTAN (un 2 por ciento del PIB).[37] Con esta nueva política, Alemania pronto se convertirá en la mayor potencia militar de Europa y la tercera más grande del mundo, detrás de China y Estados Unidos.[38]

 

 

Tras Alemania, Dinamarca también acordó incrementar su inversión en defensa durante los próximos años hasta alcanzar el 2 por ciento del PIB en 2033. Igualmente, este país ha votado en un referéndum histórico por eliminar la excepción en defensa que mantenía en la Unión Europea. Siendo, hasta ahora, el único de los 27 que no es miembro de la AED y, junto a la neutral Malta, tampoco participa en la PESCO.[39] Otros países, como Suecia[40] y España,[41] también anunciaron su intención de elevar el gasto en defensa hasta el 2 por ciento del PIB.

 

Igualmente, en el marco de reforzar la seguridad en Europa, cabe mencionar otras decisiones unilaterales, como las de Finlandia y Suecia, que solicitaron su ingreso a la OTAN.

 

Hasta ahora, la seguridad europea no se puede concebir sin la cooperación de la OTAN. Desde su creación, la UE no ha podido desarrollar una política ni un sistema de defensa y de seguridad autónomo y común. Esto ha implicado una incapacidad para enfrentar las amenazas en su entorno más cercano —conflictos en Los Balcanes, Libia, Siria y Ucrania, entre otros—.

 

Ante los obstáculos históricos y las reticencias que involucran cuestiones de autonomía y soberanía, el camino hacia una política de defensa común e independiente aún es largo, y dependerá de alguna manera de los vaivenes políticos en cada uno de los países miembros del bloque. La apuesta por una mayor defensa también plantea retos de iure que, sin duda, fortalecerán el replanteamiento de facto que Europa ya ha comenzado.

 

ricardomonreala@yahoo.com.mx

Twitter y Facebook: @RicardoMonrealA

 

Fuentes

[1] EFE, “UE tendría 65.000-70.000 millones de euros más para defensa con gasto al 2 %”. Swissinfo.ch (11 de marzo, 2022), ed. Español [En línea]: https://bit.ly/3QfvS1R [Consulta: 7 de junio, 2022].

[2] Esther Herrera, “La UE aprueba su plan de defensa, capaz de movilizar 5.000 soldados”. La Vanguardia (22 de marzo, 2022), sec. Internacional [En línea]: https://bit.ly/3Nwf30Z [Consulta: 7 de junio, 2022].

[3] EFE, op. cit.

[4] Fernando Belinchón, “La humanidad piensa en vacunas; los países, también en armas”. El País (23 de mayo, 2021), sec. CincoDías, Economía, ed. México [En línea]: https://bit.ly/39h2mIw [Consulta: 7 de junio, 2022].

[5] AFP, “Gasto militar global aumentó 0.7% en 2021, alcanzando niveles récord”. El Economista (24 de abril, 2022), sec. Internacionales [En línea]: https://bit.ly/3HavT2U [Consulta: 7 de junio, 2022].

[6] Desde 1993, Dinamarca —miembro de la OTAN— no forma parte de la cooperación en defensa de la Unión Europea. No obstante, recientemente el 1 de junio, en un histórico referéndum, este país voto a favor de eliminar esa excepción en defensa. Por lo que comenzará a participar en este ámbito dentro de los marcos de la Unión. (Redacción en español y EFE, “Dinamarca aprueba unirse a la defensa común de la UE en histórico referendo”. Euronews (1 de junio, 2022), sec. Mundo [En línea]: https://bit.ly/3tqRKO6 [Consulta: 8 de junio, 2022].).

[7] Ginés Soriano, “El gasto en defensa de la UE alcanza los 186.000 millones, su cifra récord”. Infodefensa (29 de enero, 2021) [En línea]: https://bit.ly/3Nycyv4 [Consulta: 7 de junio, 2022].

[8] Europa Press, “UE.- El gasto militar en la UE alcanza un máximo histórico en 2020 con 198.000 millones”. Europa Press (6 de diciembre, 2021), sec. EsEuropa [En línea]: https://bit.ly/3xyWTpF [Consulta: 6 de junio, 2022].

[9] Denisse López, “Moscú triplica el porcentaje de PIB que invierte la UE en defensa”. El País (2 de marzo, 2022), sec. CincoDías, Economía, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3H6qIBf [Consulta: 6 de junio, 2022].

[10] Europa Press, op. cit.

[11] Idem.

[12] D. López, op. cit.

[13] EFE, “La guerra en Ucrania urge a la UE a gastar más y mejor en defensa”. EFE (18 de mayo, 2022), sec. Mundo, ed. España [En línea]: https://bit.ly/3O2Tgh7 [Consulta: 6 de junio, 2022].

[14] Jérôme Legrand, “La política común de seguridad y defensa”. Fichas temáticas sobre la Unión Europea–Parlamento Europeo (septiembre, 2021), sec. Relaciones Exteriores [En línea]: https://bit.ly/3H5Wqi7 [Consulta: 6 de junio, 2022].

[15] Idem.

[16] Idem.

[17] La Estrategia de Seguridad de 2003 se adoptó en el marco de la escalada bélica en Irak, y supuso una primera visión conjunta común sobre la defensa y la seguridad de Europa en el mundo.

[18] J. Legrand, op. cit.

[19] Idem.

[20] Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo, “Cooperación de la UE en materia de seguridad y defensa”. Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo (31 de mayo, 2022), sec. Políticas [En línea]: https://bit.ly/39kA9Ar [Consulta: 6 de junio, 2022].

[21] J. Legrand, op. cit.

[22] Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo, “Cooperación de la UE…”, op. cit.

[23] Idem.

[24] Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo, “Cooperación UE-OTAN”. Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo (31 de mayo, 2022), sec. Políticas [En línea]: https://bit.ly/3Oa1Ta1 [Consulta: 8 de junio, 2022].

[25] Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo, “Reunión informal de los jefes de Estado o de Gobierno, Versalles, 10 y 11 de marzo de 2022”. Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo (21 de marzo, 2022), sec. Reuniones [En línea]: https://bit.ly/3mxT5ij [Consulta: 7 de junio, 2022].

[26] Idem.

[27] Idem.

[28] Manuel V. Gómez y Marc Bassets, “Europa inicia un rearme frente al desafío ruso en Ucrania”. El País (10 de marzo, 2022), sec. Internacional, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3NGPn1U [Consulta: 7 de junio, 2022].

[29] Departamento de Seguridad Nacional–Gobierno de España, “Brújula Estratégica de la Unión Europea”. Departamento de Seguridad Nacional–Gobierno de España (23 de marzo, 2022), sec. Actualidad, Sala de Prensa [En línea]: https://bit.ly/3tqiKNR [Consulta: 8 de junio, 2022].

[30] E. Herrera, op. cit.

[31] Idem.

[32] Consejo de la Unión Europea–Consejo Europeo, “Reunión extraordinaria del Consejo Europeo, 30 y 31 de mayo de 2022”. Consejo de la Unión Europe –Consejo Europeo (1 de junio, 2022), sec. Reuniones [En línea]: https://bit.ly/3zwNeRY [Consulta: 8 de junio, 2022].

[33] EFE, “La guerra en…”, op. cit.

[34] M. V. Gómez y M. Bassets, op. cit.

[35] Jesús A. Núñez Villaverde, “Un ejército europeo… para pasado mañana”. Real Instituto Elcano (19 de noviembre, 2018) [En línea]: https://bit.ly/3xbqJ24 [Consulta: 8 de junio, 2022].

[36] M. V. Gómez y M. Bassets, op. cit.

[37] Idem.

[38] Cristina J. Orgaz, “En qué consiste el histórico plan de rearme de Alemania (el mayor desde la Segunda Guerra Mundial)”. BBC News Mundo (1 de junio, 2022), sec. Internacional [En línea]: https://bbc.in/3MBXmM4 [Consulta: 8 de junio, 2022].

[39] Carlos Torralba, “Dinamarca da un abrumador respaldo a su integración en la política de defensa de la UE”. El País (1 de junio, 2022), sec. Internacional, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3QeJuKI [Consulta: 8 de junio, 2022].

[40] EFE, “Suecia elevará el gasto militar al 2 % del PIB “tan pronto como sea posible” ”. EFE (10 de marzo, 2022), sec. Mundo, ed. España [En línea]: https://bit.ly/3mylWTy [Consulta: 8 de junio, 2022].

[41] Miguel González y Carlos E. Cué, “Defensa pide 3.000 millones para reforzar a la OTAN frente a Rusia”. El País (8 de junio, 2022), sec. España, ed. México [En línea]: https://bit.ly/3H8wgLA [Consulta: 8 de junio, 2022].

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Ricardo Monreal

El doctor en Derecho, Ricardo Monreal Ávila, nació el 19 de septiembre de 1960 en Plateros, Zacatecas, en el seno de una familia de catorce hijos.

Estudió Derecho en la Universidad Autónoma de Zacatecas y luego cursó estudios de maestría y doctorado en Derecho Constitucional y Administrativo en la Universidad Nacional Autónoma de México.

En 1975 comienza su trayectoria política militando en las filas del Partido Revolucionario Institucional (PRI), allí ocupó varios cargos: fue coordinador nacional de la Defensa Jurídica del Voto en la Secretaría de elecciones de la dirigencia nacional; presidió el Comité Directivo Estatal de Zacatecas y, posteriormente, fue secretario de Acción Política de la Confederación Nacional Campesina. En éste periodo de militancia participó en el Congreso de la Unión, fue diputado federal dos veces (1988-1991 y 1997-1998) y llegó al puesto de senador (1991-1997).

En 1998, Monreal Ávila abandona al PRI para unirse a las filas del PRD y contender, ese mismo año, a la gobernación del estado de Zacatecas.

Fue diputado federal en tres periodos: de 1988 a 1991 y de 1997 a 1998 por el Partido Revolucionario Institucional (PRI), y entre 2012 y 2015 por Movimiento Ciudadano y por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena).

Cumplió labores como senador en dos periodos, de 1991 a 1997 y de 2006 a 2012 por el Partido de la Revolución Democrática (PRD) y el  Partido del Trabajo (PT).

Ahora por tercera ocasión es Senador de la República y coordinador de la fracción parlamentaria de Morena.