En el Colegio de Bachilleres prohíben vacuna antiCovid a docentes y niegan permisos a contagiados

Si infectarse de Covid–19 es un asunto de vida o muerte, lo es todavía más en el Colegio de Bachilleres de Puebla (Cobaep) en donde se les ha impedido a profesores vacunarse contra el coronavirus o se les niega licencias médicas a los que resultan con diagnósticos positivos. Si alguien cae enfermo, simplemente no hay permiso para ausentarse, bajo la premisa de: “¿para qué nos cuidamos?, si nos vamos a contagiar todos”.

La llegada de Arturo Rodríguez Ballinas como encargado de despecho a la dirección general del Cobaep –desde hace seis semanas– ha significo una pesadilla para el personal de esta institución de educación superior, por generar una ola de despidos y maltrato laboral. Sin embargo, la peor parte se ha vivido con Dzoara Lisbeth Corona Reyes, quien es la encargada de la Dirección Académica del colegio.

Los conflictos generados por esta mujer, guardando las proporciones, es algo similar al reciente escándalo ocurrido en Spotify, que es la segunda plataforma de música en streaming en el mundo, en donde la empresa por proteger un contrato de 100 millones de dólares con el cómico Joe Rogan le ha tolerado que difunda bulos sobre la pandemia del covid 19.

Dicha compañía prefirió mantener a Joe Rogan –por tener 11 millones de seguidores–, que retener a la leyenda del rock Neil Young, quien se hartó y retiró sus canciones de ese sitio en protesta por las mentiras que dice el cómico sobre el Covid–19 y ser un abierto promotor antivacunas.

Así ha ocurrido en el Colegio de Bachilleres de Puebla, en donde una destacada docente prefirió renunciar que soportar la ignorancia de la directora Académica sobre la emergencia sanitaria, que se traduce en una actitud autoritaria sobre los maestros de la institución.

Y lo más grave, que el director Arturo Rodríguez prefiere solapa a la directora Académica en lugar de defender a los docentes o por lo menos actuar de manera correcta frente a los riesgos del coronavirus. Un comportamiento oprobioso en una institución educativa.

Dzoara Lisbeth Corona llegó al puesto a mediados de diciembre pasado, luego de haber sido funcionaria de la Secretaría de Educación Pública. Los problemas que se han dado sobre el asunto de la emergencia sanitaria son dos:

Primero: muchos docentes se han vacunado mediante el esquema de la Secretaría de Salud federal de aplicar el biológico antiCovid de acuerdo a los segmentos de edad. Algunos profesores lo hicieron así porque cuando se inyectó al personal docente en todo el estado, a principios de 2021, habían estado recientemente contagiados y debían esperar periodos de hasta 3 meses para que les pusieran la vacuna.

Ahora resulta, que en el Cobaep no hay permisos para que los docentes vayan a aplicarse la segunda dosis de la vacuna antiCovid o el tercer refuerzo, pues la Dirección Académica estableció que en el colegio solamente hay cabida para la vacunación organizada por la SEP federal.

Varios maestros han pedido que se les conceda días económicos para ausentarse e irse a vacunar, mismos que se los han negado sin importar que es un derecho laboral del que gozan todos los profesores en el estado.

Segundo: en el área académica de las oficinas centrales del Cobaep ya hay una lista de 7 profesores que se han contagiado de Covid–19. Pese a que la enfermedad ha acechado en las instalaciones de esta institución de educación superior, cuando alguien registra síntomas que podrían ser reflejo de un contagio, simplemente no se les da permiso de ir al médico o practicarse una prueba de detección. O lo que es básico, que es aislarse para no propagar su saliva en personas que están sanas.

Cuando le han reclamado a la encargada de la Dirección Académica que es necesario atender las sospechas de contagio para evitar una propagación del covid, en las oficinas centrales que se destacan por estar poco ventiladas, la funcionaria ha respondido, palabras más, palabras menos, según narran algunos testigos:

“¿Para qué?, si al final todos nos vamos a contagiar”. Esa es la lógica que aplica Dzoara Lisbeth Corona que va contra todos los protocolos sanitarios que ha establecido la SEP federal.

Este comportamiento genera la pregunta: ¿Qué debe pasar para que en el Cobaep y la Secretaría de Educación Pública se deje de solapar este tipo de conductas?

Seguramente hasta que surja una lista de muertos de Covid–19 en el Cobaep.

Así como le pasó a Spotify, hasta que se les cayó el precio de las acciones le hicieron caso a Neil Young.