Juan Pablo Cortés, la mano que mece la cuna en las licitaciones

Aplica la Ley de Adquisiciones, según le convenga

La licitación pública nacional GESALF -007-630-2019, por la cual la Secretaría de Administración favoreció a una empresa —ligada a un personaje del morenovallismo— con una compra de casi 11 millones de pesos para la Secretaría de Salud, podría marcar un antes y un después de Juan Pablo Cortés Córdova en la Secretaría de Administración, donde se desempeña como subsecretario.

Hasta ahora Juan Pablo Cortés se ha mantenido como subsecretario de la dependencia, a pesar de los tres titulares que ha tenido la Secretaría en los 130 días que lleva la gestión de Luis Miguel Barbosa Huerta: Salomón Kuri ContrerasMaría Concepción Lugo Alarcón y Rosa de la Paz Urtuzuástegui Carrillo.

Sin embargo, su suerte podría haberse acabado, ahora que el gobernador Luis Miguel Barbosa sea enterado de cómo su ex representante ante el Instituto Nacional Electoral aplica discrecionalmente la Ley de Adquisiciones, Arrendamientos y Servicios del Sector Público del Estado de Puebla.

Y de cómo este personaje emplea un doble discurso para definir a las empresas que deben ganar las licitaciones convocadas por la Secretaría de Administración. A los licitantes y empleados les dice “son instrucciones de mi jefe” y al gobernador Barbosa que los errores son culpa de otros, nunca suyos.

Sin embargo, en la licitación de insumos para el Programa de Atención a la Salud y Medicamentos Gratuitos para la Población sin Seguridad Social Laboral de la Secretaría de Salud su versión no está siendo respaldada por su jefa, la secretaria de Administración, Rosa de la Paz Urtuzuástegui, y tampoco por la coordinadora de Planeación, Evaluación, Desarrollo y Operación de los Servicios de Salud en el estado, Rosalva Ramírez Ramírez, ambas por cierto de la entera confianza del gobernador.

Por tal circunstancia, el subsecretario Juan Pablo Cortés se ha rehusado a admitir su responsabilidad en el fallo de la licitación GESALF-007-630-2019 a favor de la empresa Surtidor de Materiales Hospitalarios, Medicinales y Quirúrgicos JERILAP, echándole la culpa a funcionarios de su propio equipo, a los que este fin de semana habría solicitado su renuncia como Teódulo Ramírez Torales, director general de la Unidad de Licitaciones, Gualberto Guerrero Martínez, director de Adquisiciones, y René Guerra Saldaña, subdirector de Adquisiciones.

Doble rasero

Un aspecto que pone en evidencia la discrecionalidad con que Juan Pablo Córdova actúa en las licitaciones públicas nacionales es el doble rasero que emplea en los concursos.

A las empresas que quiere descalificar les aplica el artículo 28 de la Ley de Adquisiciones y el artículo 35 de su Reglamento con el prurito de que ofertó bienes de procedencia española, estadounidense, alemana o suiza, como ocurrió en la licitación pública nacional GESALF-014-650/2019 para la compra de materiales, accesorios y suministros de laboratorio para los Servicios de Salud del Estado de Puebla.

En cambio con las empresas que favorece o pretende beneficiar se hace de la vista gorda con estos mismos artículos, como sucedió con la licitación GESALF-007-630/2019, mediante la cual asignó un contrato de casi 11 millones a Surtidor de Materiales Hospitalarios, Medicinales y Quirúrgicos JERILAP, no obstante que en 18 de las 22 partidas que ganó para proveer de equipo e instrumental hospitalario a la Secretaría de Salud sus productos eran de origen chino y paquistaní.

En el fallo de esta licitación, del viernes 29 de noviembre, la Unidad de Contrataciones y la Dirección de Adquisiciones de la Secretaría de Administración fueron omisas en observar que la mayoría de los equipos e instrumentos ofertados por la empresa ganadora eran de procedencia asiática y no nacionales como lo marca la normativa.

Juan Pablo Cortés tampoco advirtió al gobernador que la empresa ganadora de esa cuestionada licitación estaba vinculada a Alfonso Eduardo Letayf Acar, quien fue director de Operación e Infraestructura de la Secretaría de Salud cuando el titular de esta dependencia en el sexenio morenovallista era Jorge Aguilar Chedraui.

Y tampoco que Eduardo Letayf es suegro de uno de los principales constructores favorecidos por el marinismo y la gestión interina de Guillermo Pacheco Pulido: Edgar Nava García.

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EN CORTO

En la primera sesión del nuevo Consejo Estatal del PAN, la presidenta del CDE, Genoveva Huerta Villegas, demostró contar con el respaldo mayoritario de los integrantes de este órgano colegiado, por lo que no tuvo mayores problemas para colocarlos al frente de algunas comisiones.

Fernando López Rojas lo hizo presidente de la Comisión Electoral, no obstante sus vínculos con el secretario de Gobernación del estado, Fernando Manzanilla Prieto.

Genoveva Huerta también impulsó a la diputada federal de Tehuacán Verónica Sobrado Rodríguez como presidenta de la Comisión de Vigilancia, que hace las veces de auditora, y a la secretaria general del Comité Municipal de San Andrés Cholula, Mercedes Morales Coyopol, como presidenta de la Comisión de Orden.

En su mensaje a los consejeros estales para el periodo 2019-2022, la dirigente panista los llamó a poner el mejor de los empeños para hacer del PAN un organismo de inclusión y un espacio para la libre expresión de las ideas, siempre en el marco del respeto y de la tolerancia.

Durante su discurso indicó que la muerte de la gobernadora Martha Érika Alonso y el senador Rafael Moreno Valle caló en lo más profundo del corazón panista. No obstante, “con el alma destrozada sacudimos el desánimo y continuamos nuestra marcha”.

Huerta Villegas informó que a la fecha se han renovado 112 comités municipales del PAN en la entidad

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