Octubre será un mes clave en el calendario político de Morena y del gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta, sobre todo después de la primera quincena.
Por un lado, el domingo 20 de octubre se llevarán a cabo las asambleas distritales de Morena en las que se elegirán delegados y candidatos a consejeros estatales, quienes a su vez designarán al futuro presidente y miembros del Comité Ejecutivo Estatal.
Y por otro lado, porque después del 15 de octubre podrían darse cambios en varios ayuntamientos gobernados por presidentes municipales morenistas, sin que haya necesidad de convocar a nuevas elecciones si éstos y sus suplentes renuncian o piden licencia por tiempo indefinido.
El escenario político se antoja interesante, pues los militantes de este partido tendrán que decidir si aceptan al candidato que les proponga el gobernador Luis Miguel Barbosa Huerta o si pintan su raya eligiendo una opción diferente.
Inicialmente el gobernador Barbosa tenía previsto enviar a su operador de tierra, el ex perredista Eric Cotoñeto Carmona como dirigente estatal de Morena, pero como éste ni siquiera es militante del partido tendrá que pensar en otra alternativa.
En Puebla, hay varios grupos de Morena que han venido distanciándose del gobernador Barbosa y algunos de sus colaboradores, molestos porque han sido marginados de su administración o porque éste ha privilegiado a gente de otros partidos e incluso de otras entidades antes que a ellos, que fundaron y constituyeron en el estado el Movimiento de Regeneración Nacional.
De ahí que algunos de estos grupos estén hoy reagrupándose o conformando una especie de bloque antibarbosista para frenar o impedir que personajes ligados a Eric Cotoñeto o Gabriel Biestro Medinilla se hagan con el control de la dirigencia estatal.
En esta cruzada están emboletados figuras como el ex candidato a la gubernatura Abraham Quiroz Palacios, los diputados federales Alejandro Carvajal Hidalgo y Reynaldo Huerta González, el ex presidente del Consejo Estatal, Saúl Papaqui Hernández y el ex precandidato a la gubernatura Alonso Aco Cortés.
La intención de éstos es ganar posiciones en las 15 asambleas distritales del 20 de octubre y llegar con un buen número de candidatos a consejeros a la asamblea estatal del 10 de noviembre.
Sin embargo, lo más interesante que vendrá con el mes de octubre serán los cambios que el gobernador Luis Miguel Barbosa impulsará en varios ayuntamientos que han perdido la confianza de la ciudadanía o de sus gobernados a un año de haber entrado en funciones.
Nadie mejor que el gobernador sabe que con esos alcaldes no hay manera de hacer las correcciones que Puebla necesita, de impulsar cambios estructurales de fondo y de que Morena retenga —en las elecciones intermedias de 2021— las presidencias municipales que hoy gobierna.
Los cambios podrían comenzar a finales de octubre en Tehuacán, cuyo ayuntamiento está sumido en un desastre administrativo por la incapacidad e irresponsabilidad de su alcalde, Felipe Patjane Martínez, junto con la de otros funcionarios y regidores como el de Hacienda, Víctor Canaán Barquet, a quien achacan el pago de 15 millones de pesos a empresas fantasma y consultoras de membrete.
Está el descrédito de Patjane, de varios de sus regidores y secretarios, que no sería extraño que el Congreso del estado decidiera nombrar un Concejo Municipal o un presidente municipal sustituto.
Las especulaciones giran en torno del empresario Ángel Barroso Díaz, quien fue candidato del PRI a la alcaldía tehuacanera en las elecciones de 1995 y que perdió frente al panista René Lezama Aradillas.
Se sabe que Barroso goza del afecto del gobernador Barbosa, quien lo invitó a ser el orador oficial en la ceremonia del Grito de Independencia.
Otro nombre que también se menciona es el de Marco Antonio Haddad Yunes, quien fue diputado federal emanado del PRI en el sexenio de Piña Olaya y es un exitoso hombre de negocios en Tehuacán.
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