El cierre repentino del Programa Bienvenido Paisano en una de las temporadas más concurridas, días previos a las vacaciones de Semana Santa, dejó en la total incertidumbre a miles de paisanos migrantes que año con año acudían a estos centros para resolver trámites y así tener un buen regreso a México para visitar a sus familias, es decir, buscando una orientación para el regreso temporal a su país.
Pero no solo eso, el personal que laboraba en las oficinas de este programa en los principales puntos consulares, es decir, en Los Ángeles, Chicago y Houston fue despedido de la noche a la mañana, cerradas sus oficinas y hasta suspendidos algunos beneficios que ese empleo les otorgaba por encontrarse en el extranjero.
Es irresponsable y hasta poco ético que el único argumento que el personal del Instituto Nacional de Migración dio durante el cierre de este importante programa sea que “el Sr. Presidente le tiene desconfianza”.
Durante 30 años el Programa Bienvenido Paisano atendió a millones de mexicanos que regresaban temporalmente a su país y que requerían de asesoría para la documentación que se necesita para traer una camioneta o un remolque desde Estados Unidos, para conocer cuáles son las carreteras donde más delincuencia hay, para saber como enfrentar la detención y revisión por parte de la Policía Federal o para evitar en mayor medida ser extorsionados, entre otros muchos trámites, pues trabajaba en coordinación con 39 dependencias en México para hacer menos pesado el trayecto de retorno de los migrantes rumbo a sus comunidades de origen.
Lo irónico de la cancelación de este programa es que el “Bienvenido Paisano” fue exigido por los migrantes mexicanos hace 30 años para disminuir las denuncias de corrupción, chantaje, extorsión y hasta saqueo en el que incurrían elementos de la Policía Federal o las autoridades de distintas dependencias y por uno de tantos arranques de “desconfianza” del mandatario mexicano fue cancelado.
La promesa de una mejora en los servicios que recibía la comunidad mexicana en los Estados unidos que hizo Andrés Manuel López Obrador mientras estaba en campaña se ha convertido en la cancelación de presupuestos y programas básicos para nuestros paisanos migrantes, dejándolos a ellos y a sus comunidades en México en el total abandono.
La crisis en el sur
Mientras tanto, hasta el Vaticano llegaron las imágenes de las redadas que ejecutaron las autoridades mexicanas en el sur del país por las que detuvieron a cientos de migrantes no solo centroamericanos, sino cubanos y hasta africanos. Fue a través de su portal de internet Vatican News que se dio a conocer la noticia como un mal trato hacía los indocumentados.
Algunas otras organizaciones civiles también expresaron su indignación y hasta se cuestionaron sobre si México habrá cedido a las exigencias de Donald Trump y le estará “haciendo el trabajo sucio” deteniendo y deportando a los integrantes de las caravanas. En esta ocasión, en contra de un grupo de 3 mil migrantes que transitaban por Chiapas.
Lo cierto es que, más allá de las conferencias de prensa de la Secretaria de Gobernación hablando sobre migrantes, la ausencia de protocolos para atender este problema es evidente.
Comentarios vía twitter: @erinife
Correo electrónico: erinife23@gmail.com
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Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Administración, por la UPAEP. Fue reportera del Periódico AL de Puebla y del Noticiero Revista 105 en La Radiante 105. Fue corresponsal para medios de comunicación en Puebla, San Luis Potosí y Chiapas desde la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, durante los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.
También se especializó en el tema de Migrantes durante su paso por la Administración Pública promoviendo el enlace con las diferentes organizaciones de poblanos en el exterior y el Gobierno del Estado. Además es especialista en el área de Relaciones Públicas.
