La salud de los migrantes en ambos lados de la frontera

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Desde hace décadas se habla de la importancia de poner atención a la salud de los migrantes que van y vienen a Estados Unidos, antes se decía que, debido a su estatus ilegal en ese país no tenían acceso a los chequeos médicos y que representaban un foco de infección cuando regresaban con su familia en México, principalmente de enfermedades de transmisión sexual tan peligrosas como el VIH.

Ya desde entonces se atendían en algunos centros de salud en comunidades mexicanas, casos muy aislados de depresión de familias de migrantes que veían como su esposo, padre o hijo se aventuraban nuevamente en el paso ilegal de la frontera con la guía de un pollero.

Pero los sentimientos de miedo, soledad y hasta los remordimientos que resultaban de dejar atrás a la familia se “sanaban” solamente trabajando uno o mas turnos para disminuir los tiempos de tristeza.

La situación actual de la migración ilegal en la que prevalece una frontera mucho más reforzada y vigilada hizo que los migrantes permanecieran en territorio norteamericano y que muchos de ellos decidieran llevarse a su familia para evitar los constantes viajes de visita, pero manteniendo su estatus de indocumentados.

Otros más perdieron la oportunidad de regresar en navidad o en alguna fecha importante para abrazar a sus hijos y ahora solo se reduce su contacto a las redes sociales y a las llamadas telefónicas.

Lo anterior, acrecentó terriblemente la depresión y la ansiedad en los paisanos que viven en soledad familiar allá, sin la posibilidad de acudir a un centro médico por miedo a ser deportados, pero también la tristeza y frustración de quienes esperan impacientemente acá.

Y entonces llegó Barack Obama y ahora Donald Trump y las cifras de deportados aumentaron como nunca provocando que ahora nuestros paisanos indocumentados enfrenten la deportación en el momento menos pensado, rumbo a la escuela de sus hijos, caminando hacia el super, dentro del trabajo o mientras platican con alguien en la calle.

La separación de sus familias de manera definitiva es una pesadilla que está invadiendo la búsqueda del sueño americano, una pesadilla que provoca ansiedad, desesperación, frustración y una profunda depresión cuando son llevados del lado mexicano de la frontera tan solo unas horas después de ser detenidos y sin la posibilidad de dar aviso o despedirse de su familia.

Como parte del Seguro Popular hay una oficina especialmente dirigida para atender la salud de los migrantes, solo tienen que registrarse, sacar su carnet y comprobar su nacionalidad con una copia de su curp.

En ciudades fronterizas como Tijuana o Mexicali se expiden pólizas de atención médica por 90 días para todos los paisanos que son deportados por la autoridad migratoria norteamericana. Lamentablemente son pocos los interesados en acudir a una revisión completa tanto de su salud mental como física y así evitar daños mayores, ya que muchas veces están tan afectados que se dan casos de suicido o de contagios de enfermedades que dejarán una marca permanente en la familia de nuestros paisanos migrantes.

Comentarios vía twitter: @erinife                                                                                 

Correo electrónico: erinife23@gmail.com

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Érika Nieto

Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Administración, por la UPAEP. Fue reportera del Periódico AL de Puebla y del Noticiero Revista 105 en La Radiante 105. Fue corresponsal para medios de comunicación en Puebla, San Luis Potosí y Chiapas desde la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, durante los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.

También se especializó en el tema de Migrantes durante su paso por la Administración Pública promoviendo el enlace con las diferentes organizaciones de poblanos en el exterior y el Gobierno del Estado. Además es especialista en el área de Relaciones Públicas.