Municipios Puebla

 

 

 

Hace unos días el periodista Jorge Rodríguez en su columna A Puerta Cerrada informaba que por un acuerdo del Instituto Electoral del Estado (IEE) la última boleta que se entregaría a los votantes de la entidad sería la de la elección presidencial.

Según el subdirector de El Sol de Puebla dicha maniobra tenía el propósito de evitar que el efecto Andrés Manuel López Obrador influyera en los comicios locales a favor de los candidatos de Morena en los diferentes cargos de elección popular.

Hay que decir que tal argucia, de ya saben quién, se tradujo en una Adenda al Manual del funcionario de casilla para el proceso electoral 2017-2018.

El añadido establecía que “El o la presidente/a de la Mesa Directiva de Casilla, comenzará desprendiendo del talón del block en primer lugar la boleta de la Presidencia de la República, colocando encima de ella las otras boletas en el siguiente orden: Senaduría, Diputación Federal, Gubernatura, Diputación Local y Ayuntamientos”.

La intención de fijar un orden en la entrega de las boletas era clara: dejar la de la elección presidencial al final, para que el efecto AMLO no influyera en las demás elecciones, sobre todo en las de candidatos locales.

Antes de ese parche al Manual, los operadores morenovallistas ya habían experimentado, en un ejercicio de simulación, que si la gente comenzaba a votar primero por presidente de la República y después por gobernador y presidente municipal y su primer sufragio era para López Obrador, la votación del resto de los candidatos locales de Morena crecía entre un 3 y 4%.

Esa situación los llevó a pretender normar en qué orden debían entregarse las boletas y por qué elección debían comenzar a votar los ciudadanos.

Sin embargo la columna de Jorge Rodríguez titulada “El ‘Peje’ irá al final de las boletas electorales, para restarle menos al PAN” alertó al Instituto Nacional Electoral (INE) que le enmendó la plana al IEE.

De entrada le hizo saber al presidente del IEE, Jacinto Herrera Serrallonga —quien ni siquiera estaba enterado de la Adenda al Manual— que no podía ni tenía facultades para normar cómo ni en qué orden debían votar los ciudadanos en las casillas.

Luego se echó abajo la Adenda que la secretaria ejecutiva del IEE, Dalhel Lara Gómez, quiso introducir de manera subrepticia en el Manual del funcionario de casilla.

Y finalmente el INE lo instruyó a cumplir cabalmente lo que dice la ley y el Manual respectivo: “El presidente/a desprende de los talones una boleta de cada elección y las entrega al elector/a”.

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Por cierto.

Cuentan los enterados que la secretaria ejecutiva del IEE, Dalhel Lara Gómez, está harta de las intervenciones en el organismo de su antecesor en el cargo, Miguel David López Jiménez, quien hasta hace poco solía reunirse con consejeros y directores sin avisarle.

Y cuentan que su molestia es tal que incluso amagó con renunciar y ahora sí hacerla efectiva si Miguel David Jiménez volvía a meter sus narices en los asuntos del IEE sin su consentimiento.

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Un misterio cubre el asalto a la sede estatal del Partido Nueva Alianza (Panal), ubicada en el fraccionamiento Las Hadas, ocurrido la madrugada de este martes.

La primera versión fue que los ladrones habían saqueado equipo de cómputo y papelería, sin embargo el presidente del partido, Emilio Salgado Néstor, indicó a este reportero que éstos sólo llevaron el acumulador de una combi y dos bolsas de ropa usada.

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