La niñez abandonada por las deportaciones

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Según las últimas cifras del Instituto Nacional de Migración en México, la cantidad de deportados ha disminuido considerablemente en el último año a diferencia de años anteriores en los que la administración del demócrata, Barack Obama, ejecutó con gran dureza sus programas de deportación de indocumentados, y desde entonces, desde siempre, quienes resultan más afectados por estos procesos son los menores de edad.

Hace unos días un grupo de niños acompañados por sus padres, muchos de ellos indocumentados se manifestaron ante la Casa Blanca en Washington para pedir al Presidente Donald Trump detenga las deportaciones y con ello la separación de familias en ese territorio.

Y es que, es de todos conocido, que cuando el padre o la madre toman la decisión de viajar a Estados Unidos en busca de trabajo y dinero para mantener a sus familias, los niños son los que quedan a disposición de los abuelos, tíos o hasta compadres.

En territorio norteamericano la situación es un poco más complicada, pues cuando los pequeños nacen en ese país pero sus padres siguen sin documentos y se enfrentan a una redada, los padres son expulsados y los niños quedan a expensas del cuidado, muchas veces, de los vecinos, de los compañeros de trabajo, o lo que es peor, de la institución de gobierno que se encarga de cuidar a los niños en abandono, pues los menores no pueden salir del país junto a sus padres en un procedimiento de este tipo por ser ciudadanos americanos.

De ahí que, la mayoría de las reincidencias de migrantes deportados en el cruce de la frontera por segunda, tercera o hasta cuarta ocasión sea para estar al lado de su familia.

El fenómeno de los niños abandonados por padres deportados no es nada nuevo, sin embargo, el trauma al que se someten estos menores, sin importar que tan pequeños sean, tomó mayor significado ante las constantes amenazas en medios de comunicación en contra de los indocumentados por parte del actual mandatario norteamericano.

La administración del ex Presidente Barack Obama es considerada, históricamente, como la que separó mayor número de familias de indocumentados, pero lo hizo sin hacer tanto alarde de las cifras y mucho menos amenazando, simplemente ejecutó los operativos. Hoy, los menores escuchan de las redadas y de la defensa que hacen permanentemente las asociaciones pro-migrantes, en la escuela, en el súper, en la calle y, algunos, reciben esas mismas amenazas en su mismo salón de clases.

Los niños hijos de padres indocumentados viven día con día con el temor de que sus padres sean arrestados por los agentes de migración y regresados a su país de origen.

Por lo anterior, muchos paisanos indocumentados preparan ya los documentos necesarios de sus hijos ciudadanos norteamericanos para poder sacarlos del país junto con ellos antes de ser víctimas de una redada. Algunos solo están esperando el próximo fin de ciclo escolar para terminar con la tortura de vivir en un país donde constantemente reciben la amenaza pública de que serán deportados, de que serán separados de sus familias.

Comentarios vía twitter: @erinife

Correo electrónico:erinife23@gmail.com

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Érika Nieto

Es Licenciada en Ciencias de la Comunicación y Maestra en Administración, por la UPAEP. Fue reportera del Periódico AL de Puebla y del Noticiero Revista 105 en La Radiante 105. Fue corresponsal para medios de comunicación en Puebla, San Luis Potosí y Chiapas desde la ciudad de Nueva York en Estados Unidos, durante los ataques terroristas del 11 de Septiembre de 2001 a las Torres Gemelas.

También se especializó en el tema de Migrantes durante su paso por la Administración Pública promoviendo el enlace con las diferentes organizaciones de poblanos en el exterior y el Gobierno del Estado. Además es especialista en el área de Relaciones Públicas.