¿Acuerdos en lo oscurito?

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Un violento operativo policiaco registrado la tarde de viernes en contra de comerciantes ambulantes en la ciudad de Puebla, dejó al descubierto una serie de irregularidades que se han estado cometiendo por parte de autoridades, quienes no terminan por poner fin al reordenamiento del Centro Histórico.

En medio de la acalorada discusión desatada tras el desalojo, los informales evidenciaron que sus dirigentes mantienen acuerdos con las autoridades locales para continuar trabajando al margen de la ley en el primer cuadro de la ciudad, a cambio de “favores” y de movilizar a las organizaciones cuando así conviene a los intereses gubernamentales.

A decir de los afectados, tenían un acuerdo previo con funcionarios municipales para evitar que fueran retirados de la 8 poniente, sitio al que fueron relegados luego de la limpia que emprendieron en el andador 5 de mayo y calles del corazón de la ciudad, sin embargo, éstos arreglos no fueron respetados por el municipio.

Al paso, tuvo que salir el alcalde sustituto Luis Banck Serrato, para dejar en claro desde un primer momento que el operativo era contra mercancías ilegales y que éste no era implementado por su gobierno sino por la Dirección de Comercio Exterior del Gobierno del Estado.

La postura de la administración capitalina se interpreta en un primer momento como un deslinde de la violencia registrada el 22 de julio en el Centro Histórico, pero además en un segundo plano dan a entender que los ambulantes podrán continuar vendiendo en el primer cuadro de la ciudad, siempre y cuando cuenten con los documentos de que sus productos son de procedencia legítima.

El conflicto no es para menos, tomando en cuenta que el reordenamiento ha sido una de las exigencias de las cámaras empresariales y formaron parte de los compromisos asumidos por el ex alcalde Antonio Gali Fayad, quien en los próximos meses asumirá la gubernatura.

Por lo pronto, el conflicto escaló a instancias ministeriales y de derechos humanos, por el zafarrancho en que resultaron tres comerciantes y dos policías heridos de bala, así como otros siete uniformados y a menos un comerciante más con lesiones contusas.

Además, las investigaciones ya pudieron nombre y apellido al dirigente de los ambulantes, identificándolo como Federico López Flores, de la organización Fuerza 2000. Esto se desprende de los comunicados emitidos por el Ayuntamiento capitalino, donde responsabiliza a los ambulantes de recibir de manera violenta a los policías, además de poseer mercancía ilegal como ropa, lentes, calzado y películas piratas. No extrañe el camino que llegaran a tomar las averiguaciones previas…

Twitter @mecinas