El fracaso de la Reforma Educativa
Contrario a lo esperado de las reformas del presidente Enrique Peña Nieto, la Educativa no será finalmente la más importante de las planteadas por el Ejecutivo federal, sino todo lo contrario.
Tras las protestas de la CNTE y los nueve muertos en Nochixtlán, la Reforma Educativa se tambalea aunque el propio mandatario afirma que la ley ya está aprobada y no habrá marcha atrás.
Integrantes de la Coordinadora dan cuenta de los avances que han tenido en la última semana mediante el diálogo con la Secretaría de Gobernación y el gobierno del estado. Uno de los puntos principales, además de planchar la liberación de los dirigentes presos, es que los maestros faltistas no serán cesados ni mucho menos acreedores a los descuentos salariales por más de mes y medio sin laborar.
La reunión sostenida la tarde-noche del lunes arrojó el compromiso de establecer tres mesas de negociación, con las cuales se espera destrabar el conflicto y todo apunta a que terminarán por “parchar” la reforma, dejando intactos los privilegios que el magisterio obtuvo durante décadas bajo el liderazgo de Elba Esther Gordillo Morales (a) “La Maestra”.
Como parte de los acuerdos, la madrugada del martes –a unas horas de terminado el diálogo con el secretario Miguel Ángel Osorio Chong-, los dirigentes de la CNTE: Rubén Núñez Ginez, Francisco Villalobos Ricardez, Aciel Sibaja Mendoza y Heriberto Magariño fueron regresados al estado de Oaxaca y entregados a autoridades del penal federal de Mihuatlán.
Otro de los puntos logrados por el magisterio oaxaqueño es el pago de prestaciones a jubilados, ante quienes, años atrás, el propio gobernador Gabino Cué Monteagudo ya había reconocido la deuda y prometido que sería saldada, sin embargo, sería esta misma semana cuando los docentes reciban los montos que por ley les corresponden.
El aparente triunfo del magisterio sobre los gobiernos estatal y federal, augura el fracaso de la Reforma Educativa, al menos tal como fue planteada inicialmente. Al final del conflicto, la Secretaría de Educación Pública dejaría en manos de cada estado la adecuación de las nuevas reglas laborales y de profesionalización de los docentes, de acuerdo con las condiciones y necesidades de cada comunidad.
La medida no sería nueva, puesto que ya existe un primer antecedente con los días feriados y suspensiones de clases que la SEP terminó dejando al albedrío de las dependencias estatales y éstas a su vez, a las coordinaciones regionales.
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