Un sexenio en rebeldía contra CFE

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Con rechazo al “borrón y cuenta nueva” exigido por pobladores de la sierra norte del estado de Puebla, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) se comprometió a suspender los apagones que realiza prácticamente todos los días en comunidades controladas por Luz y Fuerza del Centro (LFC).

El martes pasado, representantes de la comisión se reunieron en Puebla con personal de la Secretaría General de Gobierno (SGG) y el presidente municipal de Huauchinango, Gabriel Alvarado Lorenzo, quienes acordaron privilegiar el diálogo a fin de destrabar el conflicto.

La tarde del lunes, un grupo de pobladores de ese municipio cerraron de manera intermitente la carretera México-Tuxpan, ante cobros excesivos realizados por la CFE y los apagones que pretendía aplicar el viernes personal de la empresa en al menos 13 comunidades, como estrategia a fin de presionar a los usuarios para que paguen.

El conflicto se originó desde octubre del 2009, cuando el gobierno de Felipe Calderón Hinojosa decretó la extinción de Luz y Fuerza del Centro (LFC), afectando a cientos de familias que dependían directa e indirectamente de la derrama económica de los trabajadores de la paraestatal, principalmente en la zona de Necaxa.

Al ser esta zona habitada por integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la resistencia se convirtió en regional, al grado de que los pobladores se negaron a pagar los primeros recibos de luz enviados por la CFE centro-oriente que asumió el control de la producción, distribución y cobro de energía eléctrica.

El argumento central de las familias serranas era que el gobierno federal nunca informó a los usuarios sobre la suspensión de LFC, con la cual ellos tenían firmados sus contratos y mucho menos, se les hizo extensivo que sería la CFE el nuevo proveedor, motivo por el cual desconocieron cualquier relación con la llamada “empresa de clase mundial”.

Tras casi siete años, el problema ha dejado el reconocimiento de los derechos de Luz y Fuerza, e incluso la entrega al sindicato de instalaciones en Necaxa, aunque hasta la fecha los trabajadores no han sido recontratados ni tomados en cuenta para continuar prestando sus servicios. Además persisten adeudos de más de 50 mil pesos por familia, incluidas las alcaldías y presidencias auxiliares que se han solidarizado con sus pobladores, incrementando el saldo hasta cerca de los 500 millones de pesos.

Por si fuera poco, el desencuentro del viernes, derivó en la demanda interpuesta por la CFE en contra de unos 60 pobladores de Huauchinango, acusados de secuestro exprés por la retención del personal y unidades oficiales.

En el diálogo con la SGG, Luis Gerardo Martínez Chequer, delegado de la CFE en la sierra norte, se comprometió a mantener las negociaciones con los usuarios y brindar mantenimiento a la red eléctrica –el cual hasta ahora ha sido realizado por ex obreros de LFC-, siempre y cuando las autoridades garanticen la seguridad de los electricistas.

Finalmente, el funcionario dejó abierto el compromiso de realizar una segunda mesa de diálogo, sin precisar fecha, en la que habrán de incluir a los presidentes municipales de Ahuazotepec y Juan Galindo, pero sin tomar en cuenta el “borrón y cuenta nueva”, sino más bien, la exigencia de pago diferido.

Twitter @mecinas