Encuestitis levanta ámpula en Puebla

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La encuesta del Periódico Reforma sobre la percepción de triunfo e intención de voto en Puebla levantó ámpula en los frentes del PRI y del PAN, por igual. Los primeros, porque saben que los datos reales son más cortos de lo que dice el estudio, pero no les ha sido suficiente para llegar al cruce de preferencias. Los segundos, porque terminan reconociendo que el gobierno de coalición le quedó a deber a deber a los poblanos y eso, se paga en las urnas.

El dato más cercano que hay para comparar las elecciones de este año son las del 2015, cuando los panistas esperaban llevarse 12 de los 16 distritos en Puebla y que incluso, las encuestas los seguían poniendo por arriba en las preferencias electorales una semana antes de la elección.

Exista un temor fundado entre las filas blanquiazules, las cuales han comenzado a desconfiar de los operadores y de la simulación de la militancia, la cual acude a sus mítines para recibir sombrillas, pero al siguiente día aparece apoyando a Ana Teresa Aranda, Roxana Luna o Blanca Alcalá. Le temen, porque ahí está el 18 por ciento que no declaró a Reforma por quién votará.

Del otro lado, en las filas tricolores, también existe nerviosismo, al grado que un día se ven entusiasmados y con la idea firme del triunfo, pero al siguiente aparecen con los rostros largos, adustos, dubitativos. 

La certeza que tienen los tricolores es que cuentan con la oportunidad real de darle la voltereta a las encuestas en las elecciones, porque amplios sectores de poblanos fueron agraviados por el actual gobierno, sin embargo, no han podido borrar de sus filas la desesperanza que dejó la derrota del 2010. Tampoco han podido inyectar a su militancia la imagen de unidad como lo hacía cuando era el partidazo.

Los datos relevantes de la encuesta del Reforma son que aunque el 62 por ciento de los mil encuestados creen que ganará Antonio Gali, resulta que sólo 43 por ciento votarían por él. Esto es una pérdida de 19 puntos porcentuales.

Por el contrario, pese a que 59 por ciento prefiere que Puebla siga siendo gobernado por un partido distinto al PRI, 68 por ciento reconoce que a la alianza PAN-PRD que llevó a Rafael Moreno Valle al poder le faltó mucho por hacer.

Twitter @mecinas