El cantante de García Ramírez

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El escándalo mediático por la supuesta detención en Francia de Javier García Ramírez, ex secretario de Obras Públicas del Gobierno del Estado de Puebla, dirigido en contra de la campaña de la priísta Blanca Alcalá Ruiz, rebotó en la imagen del panista Antonio Gali Fayad y dejó mal parado al vocero del blanquiazul Javier Lozano Alarcón.

Lo que parecía ser una noticia lapidaria para las aspiraciones de la senadora con licencia, finalmente evidenció una estrategia mal ejecutada por el equipo morenovallista que terminó fortaleciendo la imagen de la candidata tricolor y obligando al senador Lozano a retractarse de la información que leyó en un sitio digital y asumió como verdadera.

El tema central ahora es que aunque existe una orden de aprehensión emitida por el gobierno del estado de Puebla, quedó al descubierto que el ex funcionario no cuenta con una ficha ante la Interpol, por lo que tampoco es buscado por la policía internacional en ninguna parte del mundo.

Quien sí salió embarrado al revivir el caso de García Ramírez fue el candidato del PAN, el cual resultó ser uno de los amigos del ahora prófugo, puesto que funcionarios del gabinete marinista aseguran que Antonio Gali Fayad era uno de los invitados predilectos a las “comilonas” que organizaba el ex secretario de obras para constructores, allá en su residencia de Zavaleta.

En esas comidas –nos relatan- Gali Fayad era de los personajes mejor atendidos e incluso, le era permitido tomar el micrófono y ponerse a cantar, tal como lo hace ahora en sus mítines en busca de la gubernatura del estado.

Y es que aseguran, García Ramírez no sólo era ostentoso y de mal gusto en sus adquisiciones, sino que además era tendiente a rodearse de empresarios y “gente de poder” con quienes pudiera concretar negocios más allá de sus funciones como secretario de estado.

Para dar al traste a la campaña blanquiazul, la candidata del tricolor puso en evidencia a los presidentes municipales panistas de Xiutetelco, Teziutlán y Hueytamalco, quienes le negaron el permiso para el uso de sus plazas públicas a fin de realizar sus mítines regionales.

El aprieto es que ahora Alcalá Ruiz es vista como víctima de la estrategia del equipo del gobernador Rafael Moreno Valle, el mismo que puso el pie a la candidatura de Ana Teresa Aranda para evitar su registro como candidata independiente.

La circunstancia pone a la candidata opositora en un punto estratégico de vulnerabilidad, equiparándola con perseguidos del gobierno estatal por abanderar diversas causas sociales. 

Twitter @mecinas