Huauchinango, Pue. – En los últimos siete años, en Huauchinango han desaparecido 111 personas, en el rango de los 14 a los 70 años de edad, de los que permanecen sin localizar poco más de 41 por ciento, mientras que el resto fueron ubicados, según datos del Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO).

En el sitio oficial del organismo se apunta que a la fecha son 46 personas “desaparecidas y no localizadas” y se incluyó el dato de “personas localizadas” que son 65 personas del universo de 111, en un periodo considerado entre el 1 de mayo del año 2015 al 1 de mayo del año 2022.

Otros datos obtenidos en una consulta rápida con algunos familiares que han reportado a sus consanguíneos como “desparecidos o no localizados”, indicaron que existen familiares que son buscadas por tierra hasta en cuerpos de agua para saber de su paradero, aunque asumieron que sus datos no son exactos, pues hay otras víctimas indirectas que no hablan de su situación.

En cambio, coincidieron en que las autoridades ministeriales incurren de manera constante en la “re victimización, tanto de los familiares como de quien se busca”.

En la misma consulta con los familiares que prefirieron que sus nombres quedaran en el anonimato, pidieron a los vecinos de Huauchinango y de lugares cercanos que se sumen a quienes padecen el dolor de haber perdido a un ser querido y también pidieron a los ciudadanos a no caer en actitudes apáticas o re victimizar a los dolientes “o a quienes buscamos”.

 Como un “viacrucis” calificaron algunos familiares de personas desaparecidas o no localizadas, el camino que tienen que seguir para lograr que una comisión de autoridades llegue a algún municipio para realizar una jornada de búsqueda de personas.

Algunas personas que quisieron comentar su caso, coincidieron en que hay una lista no inscrita, una lista de nombres de la que nadie lleva un control, porque se trata de personas no localizadas o desaparecidas de las que sus familiares no hablan con las autoridades o con otros sectores, por temor a ser revictimizados o ser alcanzados por la delincuencia que se ha encargado de forzar una ausencia de algún ser querido.

Foto: Marco Antonio Licona

cdch