La Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México calificó como "atípico" el caso de Tadeo, el bebé cuyo cuerpo habría sido inhumado de un panteón de la alcaldía Iztapalapa y encontrado en un basurero del penal de San Miguel en el municipio de Puebla.

Hasta ahora no se tenía registro de un hecho similar en la capital del país. 

La institución dio a conocer que después de una investigación se confirmó que el menor nació en el Estado de México y que presentó problemas congénitos que lo llevaron a ser atendido en un hospital de la alcaldía Iztacalco en la Ciudad de México.

Ya en el hospital, Tadeo fue intervenido quirúrgicamente en varias ocasiones por padecimientos en el sistema digestivo, pero el menor no resistió y falleció el pasado 6 de enero por una infección generalizada.

Ese mismo día el bebé fue inhumado y cuatro días después su cadáver fue hallado en Puebla.

La fiscalía de la CDMX destacó que se encuentra en espera de recibir información detallada de las entrevistas realizadas por las autoridades de Puebla al personal del penal donde fue encontrado el cuerpo del menor, con la finalidad de conocer los vínculos de las personas que trasladaron el cadáver de Tadeo con las personas que lo inhumaron ilegalmente.

Además, dio a conocer que desde el viernes pasado se han llevado a cabo entrevistas con la madre y el padre de Tadeo, así como con personal del panteón, inspecciones en la tumba e inmediaciones del cementerio y la revisión de las grabaciones de cámaras de video vigilancia.

“Personal de la Coordinación General de Investigación Forense y Servicios Periciales en materia de criminalística, fotografía, genética y química recabó indicios en el lugar donde fue inhumado el cuerpo, así como en el féretro del menor, los cuales ya son analizados para integrar los dictámenes correspondientes en la carpeta de investigación”.

Hasta el momento, tanto el gobernador de Puebla, Luis Miguel Barbosa como la Fiscalía General de Justicia del estado (FGE) informaron que ya se tiene identificada a la persona que dejó el cuerpo del recién nacido en un contenedor de basura del penal de San Miguel.

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