En 2022 esperamos dar un paso adelante y significativo con respecto del PIB en el involucramiento del Estado como factor de desarrollo, a través del gasto e inversión. Mientras se prevé que el ingreso nacional crezca 4.3 por ciento, el ingreso presupuestado del Estado crecerá 11.4 por ciento respecto a 2021, y el gasto 13.2 por ciento.

En efecto, el gasto programable, es decir, aquel que puede destinarse a cumplir con los objetivos de la Federación en sus obligaciones de proveer servicios y que constituye 73 por ciento del gasto total, crecerá 13.7 por ciento, mientras el gasto no programable, que comprende principalmente las transferencias a las entidades federativas para el ejercicio de sus funciones, crecerá 9.7 por ciento.

Para que ese gasto pueda materializarse, el crecimiento del lado del ingreso es también muy ambicioso, concentrado en el crecimiento de ingresos por IVA (19.6 por ciento) e impuestos al comercio exterior (14.1 por ciento), seguido del crecimiento del ISR que va en tándem con el crecimiento esperado del PIB (4.3 por ciento).

Dentro del gasto programable, dividiéndolo en ramos administrativos, el crecimiento mayor se lo llevan el turismo (con 64 por ciento), donde sobresale el programa de calidad de servicio y el transporte masivo de pasajeros. Le siguen las entidades no sectorizadas, que aumentan en 52.3 por ciento, donde resalta el corredor interoceánico y el programa de atención a víctimas.

Después la Secretaría del Bienestar con 47.3 por ciento, dado que el programa de adultos mayores casi duplica su presupuesto. Posteriormente, tenemos seguridad y protección ciudadana con 41.9 por ciento, donde resaltan las actividades generales de apoyo, servicios de inteligencia y Guardia Nacional.

También el sector salud con 27.6 por ciento de crecimiento; aquí sobresale el presupuesto a la vacunación que aumenta 14 veces y los servicios de salud integral que se duplican.

Le sigue medio ambiente y recursos naturales, que crece 25.5 por ciento, en áreas de normativa ambiental, infraestructura hídrica y protección de áreas vulnerables ante desastres naturales.

Finalmente, comunicaciones y transportes crece 13 por ciento debido al programa de construcción de carreteras que se duplica.

Columna de Patricia Armendariz en Milenio

Fotografía archivom

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