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AMLO por la recuperación de la legitimidad perdida

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AMLO ha perdido la legitimidad que ganó en las urnas como un buen candidato por su incapacidad para gobernar

¿Qué tanto se parece la administración de un presidente a otro? ¿Qué tan similares fueron los sexenios de Carlos Salinas y de Enrique Peña Nieto? ¿Tienen algo en común con la de AMLO?

Al revisar, nos encontramos con que, son casi como dos gotas de agua.

Sin duda la crisis de legitimidad, corrupción, inseguridad e ineficiencia que atraviesa el gobierno de AMLO, con ocurrencias y políticas que no llevan a nada, con un Gabinete que en poco o nada lo ayuda y con los gobernadores de Morena y de sus aliados sumergidos en la corrupción y la complacencia, nos remitimos a las épocas de Salinas y Peña Nieto, con una crisis de legitimidad.

Entre las similitudes de AMLO y Salinas, además de los hermanos incomodos, la corrupción rampante, la falta de apoyo de su Gabinete y la represión a sus opositores, está el tema de las concertacesiones.

Salinas llegó de manera ilegítima al poder, gracias al fraude orquestado por Manuel Bartlett, por ello se vio obligado a llegar a acuerdos con el PAN y el PRD. AMLO se encuentra igual, llegó a la mitad de su sexenio en plena crisis de legitimidad con los mismos problemas que Salinas y la misma fórmula para solucionarlo: las concertacesiones.

La impunidad como moneda de cambio

Apenas el pasado 26 de agosto AMLO decía en su mañanera que Zedillo habría negociado la presidencia de la República con el PAN y Diego Fernández de Cevallos, quién aseguró, “se la vivía en Los Pinos” y que a cambio les dio la PGR. Dijo:

“Bueno, toda esa historia de contubernios, de complicidades fue lo que caracterizó la relación de los últimos tiempos entre el PRI y el PAN”.

AMLO

Entonces ¿Qué diferencia habría entre la supuesta negociación entre Diego Fernández de Cevallos y Zedillo, con lo sucedido en Sinaloa con AMLO y Quirino Ordaz y en Nayarit con Antonio Echeverría?

Ambos gobernadores trabajaron en las elecciones para favorecer el triunfo de Morena ¿Lo hicieron a cambio de impunidad? ¿Por su ambición al poder? ¿Les llegaron al precio?

El hecho es que Quirino, todavía gobernador de Sinaloa, hoy es el próximo embajador de México en España y lo es gracias a la concertacesión que negoció con el compañero y camarada presidente.

AMLO muestra desesperación, ha perdido la legitimidad que ganó en las urnas como un buen candidato por su incapacidad para gobernar. Quiere recuperarla, aunque sea al estilo de Salinas. Así lo demuestra la incorporación a su equipo de los dos gobernadores salientes y el perdón que otorga al tamaulipeco Francisco García Cabeza de Vaca, quien después de mostrarse como un gobernador opositor, con una agenda a favor del federalismo y del desarrollo de energías limpias, guardó silencio por las acusaciones que le establecieron por narcotráfico.

Cabeza de Vaca, quien hasta hace pocas semanas no podía salir de su estado por el temor de ser aprehendido, se reunió con el secretario de Gobernación Adán Augusto y afirmó que llegaron a acuerdos para fortalecer el diálogo y trabajar en estrecha coordinación.

En cuanto al PRI, AMLO negocia lo necesario con el sector más duro de este partido, el de Salinas y Manlio Fabio Beltrones, porque los necesita.

Así, César Duarte, exgobernador de Chihuahua, preso en Miami, recuperó 10 de las propiedades aseguradas en el proceso que se le sigue.

Lo mismo Emilio Lozoya, exdirector de PEMEX, quien goza de cabal libertad o la exoneración de la esposa y las propiedades que le han regresado al otro Duarte, el de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa.

En cuanto a la pérdida de legitimidad y credibilidad, AMLO también se parece a su antecesor, Enrique Peña Nieto.

Me permito citar una columna que Carlos Puig publicó el seis de febrero de 2015. Pareciera que es de ayer:

Los dos primeros años de su sexenio funcionaron más o menos así, y digo más o menos porque lo enorme de la administración federal, los muchos puestos y muchos intereses lo habían obligado a trabajar con un equipo muy centralizado, un poco aislado, con tres pilares: Videgaray, Osorio y Nuño.

Con AMLO sólo cambian los nombres, de los tres pilares: Julio Scherer, Alejandro Esquer-Beatriz Gutiérrez y la triada malévola de Epigmenio Ibarra-Jesús Ramírez Cuevas-Jenaro Villamil.

Puig también escribió:

Una revisión de la prensa en los últimos meses da cuenta de cómo el Presidente se ha quedado solo con su crisis. Los gobernadores priistas (y el Niño Verde de Chiapas), los congresistas y hasta una parte del gabinete lo han abandonado. Difícil encontrar una declaración al menos solidaria, por no decir una defensa del Presidente o su esposa o su secretario de Hacienda.

Lo mismo ahora, AMLO se quedó sólo

A la crisis de Gabinete se suma que sus pilares quedaron cojos con la salida poco aclarada de Scherer.

El Gabinete está confrontado por una disputa temprana de la candidatura presidencial y ni el propio AMLO los controla. En cuanto al Congreso, el líder del Senado muestra fuertes diferencias con el presidente y se alía con uno de los desplazados del Gabinete, Marcelo Ebrard.

Según señala la historia, a Salinas le salió muy mal la fórmula de aliarse con varios grupos y poner a pelear a los suyos para recomponer su liderazgo y legitimidad. El final de su administración lo conocemos todos, el magnicidio de Luis Donaldo Colosio, la irrupción del EZLN y una crisis económica sin precedentes.

¿Qué podemos esperar al final de la administración de AMLO? Más vale estar preparados.

Columna de Manuel Díaz en SDP Noticial

Fotografía Especial

clh

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