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Cáncer de Mama en México continúa a la alza

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Cada 19 de octubre se conmemora el Día Mundial Contra El Cáncer de Mama

Puebla, Pue.- En México no hay un programa de detección temprana contra el cáncer de mama. Hay campañas aisladas en diferentes sectores, de manera individual, por ciudad, por estado o por institución, pero no existe un programa nacional de detección oportuna, dijo el doctor Juan Enrique Bargalló, jefe del departamento de Tumores Mamarios del Instituto Nacional de Cancerología (INCan).

Aun sin encuestas o un método de medición formal, Bargalló Rocha percibió que en los últimos meses hubo hasta 2.5 veces más pacientes que en el mismo periodo de 2019 en la consulta del INCan.

“No aumentó 2.5 veces el cáncer de mama en el país, lo que sucedió es que los proveedores de servicios que atienden cáncer de mama dejaron de hacerlo; algunos hospitales se reconstituyeron en hospitales covid.

“Nosotros abrimos la puerta y adquirimos esas pacientes, a quienes puedo decir que orgullosamente les dimos la misma atención que dábamos el año pasado. No vimos pacientes con tumores más avanzados y eso fue bueno. Creo que la pandemia nos ayudó, particularmente en el Instituto, en obligarnos a optimizar los recursos con los que contamos: humanos, materiales, organizacionales y en tiempos de quirófano. Las pacientes se han seguido atendiendo, aunque son el doble de las que tuvimos el año pasado”, afirma el cirujano oncólogo del INCan.

En el Instituto de Cancerología y otros hospitales que mantuvieron su esencia durante la contingencia, pues “no hay menos cáncer aunque haya una pandemia de covid”, surgió la necesidad de implementar una estrategia de atención especial para los tiempos, que les permitiera seguir atendiendo a sus pacientes y a sus nuevos pacientes sin mermar la calidad de esa atención, ni arriesgar al personal o pacientes a un contagio de coronavirus.

Las bases estaban dadas, dice Bargalló, pues el Instituto ya operaba con programas y dinámicas de optimización de recursos, que fueron reforzados para lograr la atención de 800 nuevas pacientes en 2020; dar consulta externa a más de 250 pacientes diarias y realizar entre tres y cuatro cirugías por día tan solo en el departamento de cáncer de mama. Tampoco se suspendieron las cirugías reconstructivas. Uno de los programas más convenientes y exitosos en esta pandemia, que ya se trabajaba desde hace años, es el de Cirugía de Corta Estancia, que no solo optimiza recursos para el Instituto, sino para las pacientes.

“Muchas vienen de lejos, de otros estados, y con este modelo no es necesario que se queden en el hospital ni en la Ciudad de México. Tienen su cirugía y pueden irse el mismo día prácticamente en 90% de los casos”.

Prevención, mucho camino por andar A partir de abril, algunos hospitales especializados debieron reconvertirse para atender la pandemia y quizá retrasar el diagnóstico o dejar varados los tratamientos de pacientes con cáncer en el país; sin embargo, “no se bajó la guardia en términos de difusión y educación sobre el cáncer de mama. Y se levantó la voz de que sigue siendo un tema de autocuidado, de cambios en los estilos de vida, de que ante cualquier alteración en la glándula mamaria es necesario acudir a un médico. La pandemia no cerró esos canales de comunicación”, señala el oncólogo.

No obstante, la debilidad de los datos duros en México nos deja desprotegidos como sociedad. Según cifras oficiales, la cobertura nacional de pacientes asintomáticas que se hacen una mastografía son cercanos a 20%.

“No sabemos si son las mismas mujeres que se la hacen rutinariamente cada año, o son distintas. La proyección matemática epidemiológica solo nos permite saber que 2 de cada 10 mujeres (a partir de los 40 años) se hacen esta prueba”, explica Bargalló Rocha.

En países de primer mundo, esta cobertura alcanza 70%, de modo que “como población mexicana le debemos a la prevención 50% de población que, por la razón que sea, no está acudiendo a hacerse ese estudio de detección oportuna”, agrega el especialista en cáncer de mama.

Todavía hoy, en México 14% de las defunciones se deben a un cáncer, 30% de los casos son prevenibles y 30% se pueden diagnosticar oportunamente, lo que permitiría curar a 60% de esa población, según datos del INCan.

El cáncer más frecuente en México es el de mama, con 27,500 casos, de los cuales 7,000 terminan en deceso, de acuerdo a los datos que el Globocan reportó para nuestro país en 2018 (los más recientes).

En este contexto, debemos recordar que si bien el cáncer no es prevenible en ninguna de sus manifestaciones, la detección oportuna hace toda la diferencia entre curarse o morir.

Foto Especial

 

agb

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