Tehuacán, Pue.- En por lo menos 5 colonias de Tehuacán prevalecen las denuncias ciudadanas del funcionamiento de rastros clandestinos, sin embargo, hasta el momento las autoridades municipales no han podido actuar contra los responsables y sancionarlos, debido a que constantemente los responsables cambian de domicilio en donde realizan el sacrificio de animales de manera ilegal.

El director de Desarrollo Rural, Agricultura y Ganadería Municipal, Eusebio Olmedo Patiño reconoció que lamentablemente la operación de rastros clandestinos en la ciudad, sigue siendo constante y aun cuando se han registrado reportes ciudadanos sobre este tipo de actividades, al momento no se ha podido emprender ninguna acción legal contra los responsables.

Detalló que el problema al que se están enfrentando es que al ser sitios que generan inconformidad entre los habitantes, lo que hacen es que cambian de domicilios constantemente, por lo que cuando se llega a inspeccionar los domicilios señalados no se encuentra nada, razón por la que no se puede proceder a la clausura, sanción o incluso tratar de regularlos.

Expresó que de las colonias en donde se reciben mayores reportes del sacrificio de animales de forma clandestina son la San Rafael, 16 de Marzo, América, La Meseta de El Riego y la junta auxiliar de San Marcos Necoxtla.

Las denuncias son de por lo menos 3 a 4 por mes y aunque se atienden, al momento no se ha podido detectar el funcionamiento ilegal de estos lugares en flagrancia, sin embargo, se seguirá trabajando.

Comentó que estos sitios podrían generar un foco de infección porque los desechos como vísceras son abandonados en terrenos baldíos o en contenedores, además de que también es un riesgo para la salud, dado a que se desconoce la calidad de la carne, pues no es supervisada por un médico veterinario.

Olmedo Patiño puntualizó que la venta de la carne que proviene de estos mataderos clandestinos podría tener repercusiones para las personas que la consumen, pues al no tener una inspección sanitaria, se desconoce si el animal puede estar contagiado de tuberculosis, brucelosis u otro padecimiento, además de que los lugares en donde se sacrifican no reúnen las condiciones higiénicas.

Agregó que aun cuando la capacidad de sacrificio que tiene el rastro no es mucha, la ciudadanía puede estar segura de que la carne que sale de este espacio es óptima para el consumo, pues es supervisada por un médico veterinario y en caso de que el animal presente alguna enfermedad es incinerado.

Foto Yomara Pacheco

aj