Chietla, Pue.- Poco más de 4 meses es lo que ha pasado desde que fueron asesinas madre e hija en Escape de Lagunillas, perteneciente al municipio de Chietla, sin que hasta el momento exista justicia para la señora Isabel “N”., y su hija Mayra “N”.

Fue una mañana del 27 de enero del 2020, cuando habitantes de la comunidad de Escape de Lagunillas, en el sitio conocido como Las Tazas, descubrieron el cadáver de la menor de 10 años de edad (Mayra “N”.), asesinada con 13 impactos de arma de fuego y con rasgo de haber sido violada; horas más tarde cerca del mismo lugar fue encontrado el cadáver de su madre, Isabel “N”.

Este hecho consternó a los habitantes del lugar, quienes en los próximos días exigirían a la autoridad justicia para la muerte de estas dos féminas.

En Escape de Lagunillas nadie quiere hablar del tema. En la calle Niño Artillero y Pino Suarez, donde se ubican dos domicilios que fueron cateados por las autoridades días después de la muerte de madre e hija, los sellos de restricción se han caído con las lluvias y el viento.

Doña Ana “N”., como dijo llamarse una señora que se encontraba en el lugar, asegura que en la zona hay malas vibras desde la muerte de esas mujeres que les llamaban Las Zacatas, nombre que se les da a las personas que llegan de fuera a trabajar a la zona azucarera del ingenio de Atencingo. Fue así como llego la mamá de la pequeña a esta zona, y se quedó al mantener una relación sentimental con el papá de Mayra.

La casa de Bertha “N”., abuela de la menor que fue cateada por ser señalada como presunta cómplice del doble asesinato, está abandonada, no se sabe del paradero de esta señora, y de su nieto. Ambos son buscados por presuntos responsables de este doble homicidio.

De estos asesinatos se abrieron las carpetas de investigación 16/2020/Atencingo, una segunda carpeta 17/2020/Atencingo, y una tercera con fecha del 30/Enero/2020 con nombre Samantha Yameli Román Téllez.

Los ciudadanos solo saben que Bertha N., alias la Gelatinera, abuela de Mayra, así como el nieto alias “El Gordo” o “El Oreja Mocha”, se encuentran prófugos de la justicia, y que nunca fueron detenidos. La abuela es sospechosa por mantener un pleito por una tierras con Isabel “N”., ya que esta resguardaba unos documentos que dejó su esposo que falleció hace algún tiempo en su poder. Ante esto su suegra pretendía quitársela, mientras que el nieto de tan solo 13 años de edad días antes había sido visto con un arma de fuego calibre 22, siendo similar con a que fue asesinada la pequeña Mayra.

Foto: Lidchy Cano

cdch