Como una llamarada de petate ha sido calificado el operativo encabezado por la Guardia Nacional en la Central de Abasto de Huixcolotla, ocurrido durante la mañana y tarde del miércoles 22 de enero.

No solo se movilizó un número importante de elementos de la Guardia Nacional, también de la Secretaria de Seguridad Pública del Estado (SSP), además de la Fiscalía General del Estado (FGE), para solo detener a tres vendedores de celulares robados, otro más en posesión de dosis de droga, y el aseguramiento de un tráiler con caja seca, dos camionetas y una moto con reporte de robo.

Se supone que para esta fecha la Guardia Nacional ya debe de tener un banco de datos suficientes para conocer de la criminalidad que opera en la zona oriente del estado, en este caso en la zona de "El Triángulo Rojo", donde operan organizaciones delictivas que se dedican al asalto a transportes, robo de vehículos, además de la venta de drogas y de hidrocarburos robados.

Estos informes deben o deberían de llevarlos por lo menos a la ubicación de los puntos donde se vende la mercancía robada, desde verduras, abarrotes, aparatos eléctricos, de sonido, video, además de telefonía celular e incluso vehículos.

Para nadie es desconocido que gran parte de lo robado en carreteras federales se vende en la Central de Abasto de Huixcolotla, además de la ciudad de Puebla y otros.

Entonces quienes advirtieron la presencia policiaca en dicha central, esperaban un resultado más sustancioso y no un aseguramiento tan insignificante, además de que no fue ubicado en ninguna célula delictiva de las que operan en esa zona.

Todo esto no significa más que a la Guardia Nacional le hace falta más inteligencia, que funcionen sus equipos de investigadores.

Nos vemos cuando nos veamos

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Intolerancia

Foto: Archivom