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Así opera la narcoexplotación de menores en México

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Los niños pasan de halcones a matones, las niñas de novias a prostitutas

La Red de Derechos de la Infancia de México lo llama 'narco explotación' de menores. "Hay algunos chicos que quieren formar parte de las organizaciones de forma voluntaria, pero la mayoría son reclutados de manera forzosa y obligados a trabajar para ellos bajo amenazas", asegura la asociación.

Los sicarios localizan una población vulnerable, una familia pobre y se acercan al niño o a la niña, luego les ofrecen regalos inalcanzables para ellos, como ropa de marca o teléfonos móviles, para después, llevarlos a algunas de sus fiestas, y ya cuando se han ganado su confianza, les dan a elegir entre trabajar para el cártel o ver morir a su familia.

"La media de edad es de 13 años". "A los chicos les ponen a hacer primero de 'halcones' (informantes) y a las chicas, luego de hacerles creer que son sus novias, las dedican a la explotación sexual".

Ser 'halcón' es el primer paso de una carrera criminal que puede terminar con un fusil entre las manos y algunos cadáveres sobre la conciencia en muy poco tiempo.

México sin futuro con niños sicarios

En los últimos días se viralizaron casos de niños involucrados con el crimen organizado. Incluso, la Secretaría de Marina (Semar), la Policía Federal (PF) y la Fiscalía General de la República (FGR) expusieron que en los últimos 12 años detuvieron a 4 mil 350 menores de edad en operativos contra el crimen organizado.

En Chihuahua hubo 808 detenciones; en Tamaulipas, 644; en Guerrero, 470; en el Estado de México, 279; en Michoacán, 277; en Zacatecas, 206; en Nuevo León, 204; en Sonora, 176; en Veracruz, 129; en la Ciudad de México, 106, en Baja California, 101 y en Puebla 53.

El 3 de diciembre de 2010 una noticia conmocionó al país, Edgar Jiménez Lugo, un joven de apenas 14 años, fue detenido por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), luego de haber torturado y asesinado a por lo menos cuatro personas.

Aunque Jiménez Lugo justificó que había cometido los delitos bajo los efectos de distintas drogas y que lo habían “jalado” a esa organización criminal, un juez lo encontró culpable por los delitos de homicidio doloso y secuestro, y lo sentenció a tres años de prisión.

 

 

Apenas el martes 27 de agosto del año en curso, se registró un enfrentamiento entre miembros de La Tropa del Infierno, un grupo armado del Cártel del Noreste, contra elementos de la Secretaría de Seguridad de Tamaulipas, donde 11 sicarios fueron asesinados, dentro de ellos un joven de 16 años.

El adolescente, según los datos recabados por diferentes medios de comunicación, comenzó su vida como sicario a los 13 años de edad, y lo apodaban “Juanito Pistola”, el mismo que fue abatido durante ese enfrentamiento en Tamaulipas.

 

 

“Juanito” tenía aproximadamente tres años como sicario para La Tropa del Infierno, y de acuerdo con medios locales, el joven habría sido detenido en 2015, pero al ser menor de edad fue puesto en libertad, y en ese momento, habría confesado haber asesinado a más de 100 personas.

El joven posaba en fotos siempre con armas largas de grueso calibre, pero aquel martes, cuando viajaba a bordo de una camioneta con su compañeros sicarios, fueron rodeados por elementos policíacos, y en una lluvia de balas, Juanito Pistolas habría terminado con su cabeza completamente destruida.

 

 

Incluso, en redes sociales circula un video con un narcocorrido dedicado a él, en donde se puede ver lo joven que era cuando se involucró en la delincuencia organizada, pues desde entonces posaba con armas de grueso calibre.

Por si fuera poco, hace un par de días se ha hecho viral un video que muestra a un niño de aproximadamente 6 o 7 años de edad, quien apenas pudiendo pronunciar las palabras, lanza una sarta de insultos contra Nemesio Oseguera Cervantes, alias “El Mencho”, líder del Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG).

Las imágenes muestran al niño portando un arma larga entre sus manos y enviando un mensaje del “R-5″, quien ha convertido en el ídolo de los niños de Sinaloa, al ser considerado un pistolero reconocido, con quienes los menores sueñan en convertiste.

 

 

Antes de ellos ha habido más casos de menor involucrados en el crimen organizado, como el cado de “La Perla” (no se informó plenamente su identidad) tenía 13 años cuando fue capturada por la policía en 2015. Como era menor de edad, fue liberada y puesta en custodia con su madre. Trabajaba para el grupo delictivo Los Zetas, quienes le pagaban 8,000 pesos mensuales.

María Celeste fue otra joven reclutada por Los Zetas cuando tenía 16 años. Al ser capturada, declaró ser sicaria de este grupo delictivo, y dijo saber manejar armas como AK-47, AR-15 y pistolas de diferente calibre.

Juan “Casper” se involucró en hechos delictivos desde los 12 años. Comenzó robando autos, pero tiempo después participaba en secuestros y posteriormente se convirtió en homicida, delito por el que fue capturado a los 15 años. Su madre y su hermano fueron asesinados posteriormente, mientras él cumplía una condena en un centro de reclusión para menores en Chihuahua.

De acuerdo con defensores de derechos humanos, estos casos reflejan cómo el crimen organizado ha absorbido a las niñas, niños y adolescentes del país, quienes están vulnerables ante la falta de oportunidades de educación y empleo.

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