• Puebla

Narcotráfico y secuestro, los pecados más graves: Arzobispo

  • Marisol Córdoba
“Son situaciones que estamos viviendo, y son pecados graves que tenemos como sociedad que luchar para erradicarlos”, expresó Sánchez Espinosa

Puebla, Pue.- Miles de fieles se dieron cita en el atrio de la Catedral poblana para participar en la Procesión de Semana Santa y acompañar a las 6 imágenes más veneradas de la grey católica, festejos que encabezó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa.

Al arribar al atrio de la Catedral el arzobispo afirmó que entre los pecados más graves se encuentran el narcotráfico y el secuestro, delitos que fueron marcados en las cruces negras que llevaban los nazarenos en el contingente de Jesús de Nazareno de las Tres caídas.

“Son situaciones que estamos viviendo, y son pecados graves que tenemos como sociedad que luchar para erradicarlos”, expresó Sánchez Espinosa, al otorgar una entrevista.

En la primera reflexión durante la homilía, el arzobispo de Puebla se congratuló por la presencia de los centenares de fieles que participaron en la procesión, y afirmó que la presencia del Niño doctor aumentará la fe y devoción de los poblanos.

“Reflexionando en estos ministerios de la pasión de la cruz, del sufrimiento, del dolor de la muerte de nuestro señor Jesucristo. Este momento es importante y nos debe ayudar a crecer con esos sentimientos”, expresó.

Durante el recorrido de la Procesión, entre las calles principales de la capital poblana, aproximadamente 170 mil fieles seguían el paso de las imágenes. La procesión la encabezó el arzobispo de Puebla, Víctor Sánchez Espinosa, acompañado por el rector de la UPAEP, Emilio Baños Ardavín, el alcalde de Tepeaca el panista, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, entre otros.

A su paso la gente realizaba cánticos, tenía globos morados y blancos que soltaban, así como pétalos de rosas blancas. Además los miles de asistentes saludaban al arzobispo y en la presencia de las imágenes los fieles se persignaban.

En todo momento hubo vigilancia de elementos de seguridad para resguardar al contingente y a los asistentes al festejo multitudinario de la Iglesia católica. Las principales calles del Centro Histórico se cerraron para dar paso a la tradicional Procesión en la que no se registró ningún incidente y fluyó con tranquilidad en la capital poblana.

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