Atlixco, Pue.- Este año, la procesión más importante de Atlixco, la de los Engrillados, cambió su horario de 9:30 de la mañana a medio día, lo que rindió frutos positivos  y negativos.

Los asistentes aumentaron de mil 500 a 2 mil personas que participaron en la caminata de casi dos kilómetros por uno de los barrios más populares de la ciudad, el de San Juan de Dios.

Sin embargo, la temperatura de alrededor de 29 grados centígrados, derritió no solo el fervor, la entrega y pasión de los más de 40 engrillados, entre ellos, algunas mujeres, que acudieron con cadenas de hasta 60 kilos colgando del cuerpo semidesnudo y con espinas pegadas a la piel.

El suelo, a pesar de las alfombras de aserrín, quemaba lo mismo que las espinas filosas y las cadenas bajo el rayo del sol.

“Sin embargo las culpas con este sufrimiento, comenzaron a dejar de quemar. Y eso creo valió la pena”, dijo uno de los hombres con túnicas rojas y piel morena marcada por la manda cumplida.

Fue en la Tercera Caída cuando el sacerdote lanzó un llamado en medio del silencio de la gente: ¿Cuánta suciedad en la Iglesia? Cuando la gente debe estar del lado de la gente, señaló el párroco entre la multitud, a la cual recalcó que cada vez los hombres tienen menos humildad para reconocer sus errores y perdonar.

Fotografías Lena Velázquez

aj/es