Sobre la carretera que va de Puebla a Cuetzalan se ubica un destino poco conocido y valorado por los viajeros: Zacapoaxtla. Custodiado por cerros y ríos que recorren sus inmensas montañas creando lugares paradisiaco, este municipios denominado “Lugar donde se cuenta el zacate”, tiene muchas opciones para que la pases excelente.

En la plaza principal se ubican enormes arcos, un jardín perfectamente cuidado y un monumento a los 400 indígenas que fueron mandados a la Batalla del 5 de Mayo, donde Puebla se enfrentó contra el Ejército Francés.

El templo de la Virgen de Guadalupe, de tipo colonial, es un lugar que data del Siglo XIX, donde el interior fue decorado por artistas de la región intentando copiar los detalles de la antigua Basílica de Guadalupe, no obstante, su amplia portada está compuesta de dos cuerpos y remate mixtilíneo, éste último flanqueado por campanarios de diferente proporción.

La parroquia de San Pedro Apóstol, también conocida como Parroquia Lateranense, es un edificio de estilo neoclásico de inspiración grecorromana, con una inconfundible fachada de columnas toscanas, rematada con un frontispicio triangular. El reloj europeo de la torre mayor fue instalado en 1882 y el interior fue decorado en 1936 por el pintor Luis Toral.

Junto a la parroquia hay una capilla dedicada al culto del Cristo de Esquipulas, una imagen llegada de Guatemala. Solamente existen dos parroquias más con esta categoría, la de Lima, Perú y la de Córdoba, Argentina.

Además de ofrecer lugares religiosos, Zacapoaxtla tiene actividades ecoturísticas.

Alrededor del municipio existen incontables sitios de belleza extraordinaria. Destaca el valle de Apulco, enclaustrado en un inmenso cañón, donde hay un centro acuícola dedicado a la cría de trucha arcoíris. Desde la cumbre el panorama es maravilloso, con el valle en primer plano y al fondo las escabrosas sierras cubiertas de espesos bosques de diferentes tipos de árboles, que se pierden ondulando en el horizonte.

También cuenta con varias cascadas, una de ellas se encuentra enmarcada en un ambiente montañoso, misterioso e impresionante, a la cual se le conoce como La Gloria. La humedad favorece al crecimiento de musgos y líquenes que se encargan de cubrir las rocas formando un paisaje inigualable.

La cascada “La olla”, denominada así por la forma que tienen los acantilados que rodean a la caída de agua, mide aproximadamente 35 metros.

Zacapoaxtla tiene un verdadero “Velo de novia", para llegar debes hacerlo de dos formas, primero transportarte desde un automóvil hasta un lugar específico donde acomodas el vehículo, el tramo faltante debe ser recorrido a pie por un estrecho sendero que cruza un río tranquilo y finaliza en una loma donde se ve la cascada.

"Velo de Novia" es una suave pero copiosa caída de agua que parece apenas derramarse sobre la roca. El sonido que produce es relajante pues la porosidad de sus piedras contribuye a tal efecto sonoro. Esta misma porosidad le da a la roca cierta adherencia al andar sobre ella, lo que permite caminar hasta la base de la cascada para disfrutar aún más de cerca el sonido del agua.

Por último y no menos importante, la región cuenta con uno de los mejores sazones, podrás disfrutar de ricos tlayoyos, acompañados de salsa, queso y un pedazo de cecina, quesadillas de flor de calabaza, molotes, entre muchos otros.

No debes irte sin antes degustar una de las bebidas típicas de la región, que son vinos elaborados con fruta local como el de naranja, membrillo, capulín, anís, manzana y uno especial a base de yerbas con toronjil, que recibe el nombre de yolixpan.

GJ