De esa manera, los reclamos de quienes viven en las cercanías de la colonia Álvaro Obregón, ubicada a cuatro cuadras del centro de la ciudad, ahondan más las viejas diferencias entre las familias de la zona y los comerciantes, la mayoría de comunidades rurales.

 

Se trata de una vieja disputa de más de 30 años por la falta de un entendimiento entre ambas partes y bajo una lógica: “por un lado, el derecho al libre tránsito y respeto del espacio público; y por el otro el también derecho a ganar dinero de manera lícita”, coincidieron algunos entrevistados.

 

Ramón Almazo, representante de los vecinos, reclamó luego de que este lunes aparecieran las montoneras y bolsas de basura en ese espacio: “Así quedan las calles de la colonia Álvaro Obregón después de un día de tianguis. ¿En verdad es justo esto para los vecinos?”

 

Lamentó después de soportar la obstrucción de las entradas a sus casas, la música a todo volumen instalada en los puestos de algunos de ellos y los continuos conflictos, “los tianguistas se retiran y dejan toda su basura y nadie del Ayuntamiento tiene el interés de imponer orden”.

 

En contra parte, un representante de los tianguistas dijo a este medio de comunicación que “tienen todo el derecho de ganarse la vida ofreciendo sus productos. Lo hacemos de manera honesta en ese sitio porque no tenemos alguna otra alternativa ofrecida por el Ayuntamiento”.

 

Cabe mencionar, ese tianguis tienen más de 150 años de antigüedad y de llevarse a cabo en Atlixco. Y más de tres décadas en siete calles de la colonia Álvaro Obregón.