Izúcar de Matamoros.- Al menos 6 comunidades de la región de Izúcar de Matamoros se han quedado sin agua potable desde hace dos semanas, pues la constructora que realiza el libramiento La Galarza-Agua Dulce rompió un tubo que servía para distribución del líquido en la zona, sin que hasta el momento la empresa se haya responsabilizado en reparar el daño.

Las afectaciones por la ruptura de la tubería abarcan la colonia Colón, en Izúcar de Matamoros; mientras que en Tilapa, incluye a las comunidades de Rijo, San Miguel, San Pedro, la colonia Zapata y la cabecera municipal.

Pobladores comentaron que por dos semanas sean quedado son agua, lo que genera desesperación entre los pobladores quienes acudieron hasta el lugar, donde se realiza la obra, para expresar su inconformidad, y es que en la región las altas temperaturas han comenzado a registrarse lo que provoco que el agua sea necesario e indispensable para diversas actividades en hogar.

Constructora no se quiere hacer cargo

De acuerdo con habitantes de la zona, al parecer el tubo fue roto por la maquinaria que la empresa La Galarza S.A de C.V. está empleando en la zona para la construcción del libramiento,

Señalaron que han acudido con el encargado de la obra, aunque desconocen su nombre pues solo saben que es un ingeniero, pero quien en repetidas ocasiones los ha amenazado con la finalidad de no reparar los daños.

La obra

Es importante mencionar que esta obra del libramiento La Galarza-Agua Dulce comenzó entre los meses de octubre y noviembre del 2017, la cual fue licitada por la Secretaria de Comunicaciones y Transporte a nivel federal, y fue ejecutada por una Promotora denominada La Galarza S.A de C.V.

Al principio, fue la empresa Supra la que obtuvo la adjudicación de la obra que unirá los estados de Puebla y Morelos, proyecto carretero que tendrá una longitud de 16 kilómetros con dos carriles de circulación, para dar servicio a más de 2 mil 300 vehículos, reduciendo el tiempo de recorrido de 1 hora a 40 minutos.

La obra carretera tendrá una inversión de 861.6 millones de pesos, siendo una de las promesas de campaña, de Enrique Peña Nieto, y posteriormente de Jorge Estefan Chidiac.