Huauchinango, Pue.- Con recursos públicos, el presidente auxiliar de Migchuca, en Huauchinango, Feliciano Vergara, inició la pavimentación de la calle 5 de Mayo, pero sólo del tramo que va de su casa a la carretera que sirve de acceso a la comunidad, situación que ha levantado la indignación de los vecinos.

Las familias que quedaron excluidas se cuestionan por qué la obra beneficiará sólo a la autoridad comunitaria si en época de lluvia todos tienen que atravesar la calle llena de lodo para llegar hasta sus escuelas y trabajos, por lo que el miércoles pasado acudieron hasta el domicilio de Vergara para reclamarle, pero sólo recibieron insultos, indicaron.

“Nos llamó indias, ignorantes. Nos salieron al paso sus hijos, sus nueras, su esposa. Nos dijo que no somos nadie como para detener una obra. Ni tenemos por qué ir a la presidencia municipal a pedir nada. Su casa está de lujo, porque todos los apoyos se le quedan a él, pero la calle está hecha un asco”, refirieron.

Los inconformes señalaron que la autoridad de la comunidad les dijo que debían conformarse con las obras que ha hecho: un drenaje que, aseguraron, a nadie sirve porque las hoyas están malhechas “unas son más chicas que otras. Otras rebasan la altura y los carros arrastran y se hace un lodacero, que hasta tenemos que ponernos bolsas en los zapatos para no ensuciarnos. Lo mismo nuestros hijos porque en las escuelas los regañan si llegan sucios”.

Cuando cuestionaron a Feliciano Vergara su decisión de sólo pavimentar el acceso a su casa, les dijo que lo había hecho así porque los vecinos “nunca estaban” y también por “no querer tumbar nuestros árboles, pero para hacer la calle no hay necesidad de talarlos”, aclararon.

Además, dijeron, les anunció que pondrá una cadena para cerrar la calle y agregó que dejaran de quejarse “porque al final todos vamos a ser beneficiados porque vamos a usar el pedazo de calle. ‘No van a salir en avión ¿verdad?”, les habría dicho.

Los vecinos acusaron a Feliciano Vergara de manipular a favor de sus compadres y allegados la entrega de apoyos de programas sociales como cuartos adicionales, tinacos y estufas ecológicas y no darlos a quienes lo necesitan. “También llegan materiales y se queda con ellos o los condiciona a que votemos por quién nos diga”.

“Nosotros consideramos que eso es una intimidación”, agregaron.